La otra mirada

Ruth García Orozco

Agridulces intereses

A estas alturas de nuestras vida, supongo que ya nadie duda que estamos controlados por una serie de poderes económicos en forma de multinacionales, que tienen a los políticos bien cogidos por según qué partes y a los que controlan a su antojo con una especie de omnipotencia en la que el pueblo llano no jugamos papel alguno y en el que además se nos hace tragar la bola de que podemos decidir porque cada cuatro años nos llamen como a los niños a merendar para que depositemos un papelito en la urna.

Con esto, paso a referirme al penúltimo capítulo en este juego inmoral de intereses protagonizado por los mismos de siempre, que relata el doctor José Luis Berdonces en el número de este mes de la revista Cuerpo y Mente, y que se refiere a una plantita: la estevia. Esta planta medicinal de origen paraguayo tiene unas increíbles propiedades entre las que destaca su gran poder endulzante, 30 veces superior al azúcar, y que es tolerada por los diabéticos, aparte de reducir la absorción de azúcares en el sistema gastrointestinal, disminuir la tensión arterial y ejercer efecto bactericida sobre los alimentos; en Japón se utiliza además en el tratamiento de las alergias, la hepatitis y las pericarditis, y en la prevención de los problemas de la diabetes.

Pues bien, señores, misteriosamente esta planta tan beneficiosa está prohibida para uso alimentario en Canadá y la Unión Europea sin argumentar las razones, basándose en antiguos informes no documentados sobre su posible toxicidad.

Lo que realmente se esconde detrás de esta prohibición son los intereses de empresas como Nutrasweet (que comercializa edulcorantes), por lo que la prohibición sólo se levantaría cuando el producto esté registrado por ellos. También andan en busca de la ansiada patente, cómo no, las empresas Monsanto, Coca-Cola y Cargill (gigante de la agricultura intensiva), que han unido fuerzas para estudiar la planta y sustituir con ella los edulcorantes químicos que no son bien aceptados por la población, aislando el principio endulzante con el nombre de rebiana, de la que oiremos hablar muy pronto ya que Coca-Cola piensa endulzar su línea baja en calorías con ella. Mientras, en Cataluña, el agricultor Jorge Palies, de la Asamblea Payesa, gran impulsor del cultivo de la planta por sus múltiples beneficios, ha visto cómo el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña le ha impuesto una multa por infringir la normativa sobre seguridad alimentaria. Creo que en algún momento debemos despertar de nuestro amable y cómodo ensueño y tomar medidas contra este expolio globalizado de los derechos de la mayoría por unos pocos a cambio de pingües beneficios.

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