UNA oportunidad perdida. Esa es la sensación que dejó el desarrollo del encuentro en Valladolid. El Almería no supo acrecentar la presión con la que los locales jugaron ayer. Y es que la amenaza del descenso sobrevolaba Valladolid, pero el Almería, que casi nada tenía que perder, no buscó con descaro la victoria. Una pena, porque los resultados de los "nuevos" rivales directos de los rojiblancos fueron óptimos. Emery comentó al final, con un tono muy relajado, que en realidad el mérito fue del Valladolid. Puede ser, pero al Almería le faltó más atrevimiento cuando ahora, con el objetivo cumplido, se puede tener. Todos nos acordamos de la increíble temporada del Recreativo de Huelva la pasada campaña. Más de uno soñaba con que el Almería pudiera repetir la hazaña. Pues bien, si ayer se hubiera ganado, sumaríamos un punto más que los onubenses en la misma jornada del año anterior. En cualquier caso, restan cuatro jornadas para seguir soñando. Por último, me quisiera referir a Juanma Ortiz. Han sido muchos los elogios que ha recibido el alicantino por su gran partido en Sevilla. Estamos de acuerdo. Le deseo toda la suerte del mundo en el futuro, que será la del Almería. Sin embargo, eso no puede tapar los desastrosos encuentros que ha disputado el jugador anteriormente, ni las numerosas ocasiones que ha desperdiciado en ataque. Eso, nadie nos lo va a devolver. Es muy fácil alabar con todo a favor, minimizando las críticas anteriores, pero no tanto cuando hay que opinar con crudeza de un profesional que cobra por ello. A todos los jugadores se les juzga por lo que realizan en cada partido, en cada momento, para bien o para mal.