EN primer lugar, hay que dar la enhorabuena a los servicios jurídicos del Almería por conseguir, de una vez por todas, recurrir con éxito una expulsión. Me da la sensación de que alguien ha salvado su puesto en el último segundo, aunque este logro no debería ser el único triunfo jurídico alcanzado esta temporada. Como se suele decir, lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Estaremos atentos. El horizonte se despeja para el Almería. La permanencia se empieza a vislumbrar justo antes de que los rojiblancos intenten ejercer de jueces de la liga. Los de ayer sólo fueron tres puntos más, pero van a tener una carga psicológica muy positiva para poder afrontar con confianza los complicados encuentros que se avecinan. Y ya se sabe que cuando se actúa sin presión, los jugadores suelen mostrar lo mejor de sí mismos. Eso ocurre en el deporte y en la vida misma. Está claro que la otra media permanencia va a costar sangre, sudor y lágrimas, pero digamos que el conjunto de Hugo Sánchez ha alcanzado una línea de regularidad muy interesante. Además, contamos de nuevo con la mejor versión de Negredo, un jugador que cualquier entrenador desearía tener en su plantilla. La afluencia de público fue, de nuevo, muy buena, aunque desde mi punto de vista la medida tomada no beneficia al abonado, ya que, para empezar, no todos los abonados tendrán la oportunidad de poder ejercer de comerciales del club. El mensaje popular estaba muy claro: supresión del día del club frente al Barcelona. Eso hubiera bastado, pero algunos directivos siguen de espaldas al sentir popular. Por último, enhorabuena al filial por su liderato, y ánimo a Nieto después de su enésima lesión.