Banca ética, ¿un oxímoron?

El ser humano es el fin, y el descanso es un medio para realizarse. Ponerlos a la misma altura es un error

El sistema financiero actual es la herramienta que el sistema capitalista de mercado precisa para consolidar sus estructuras: quien tiene el poder lo ejerce, y quien tiene que obedecer ha de hacerlo, sin rodeos. Si empiezo de otra manera, te despistarás. (Si piensas que como ataco al Capitalismo, propongo una solución Comunista, es el momento de aconsejarte que dejes de leer: no estás preparado, como persona, para la pluralidad.) Por lo tanto, la solución no pasa por disponer de un "capitalismo de rostro humano", tal y como se hablaba en la época de las visitas de Mario Conde al Papa Juan Pablo II. Pasa por romper esa aparente "contradictio in terminis" en los mismos términos en los que se resuelve una paradoja en el ámbito lógico: estableciendo diferentes niveles que aclaran que fines y medios no se pueden confundir. Así, "el sábado es para el hombre, y no el hombre para el sábado" porque el ser humano es el fin, y el descanso es un medio para realizarse. Ponerlos a la misma altura es un error. Pero, además de un error, es estar ya a un paso del fetichismo; es decir, de la inversión de papeles: de cosificar a la persona y personalizar al objeto. Ese es el gran logro del sistema capitalista de mercado: bajo la bandera de la libertad (de mercado) establece el sometimiento de los seres humanos a las reglas del juego. Y es que nos hemos olvidado de que el dinero es un medio… con el que se pueden comprar salud, dinero y amor; al menos, eso cree gran parte del personal.

Una vez establecida la diferenciación de niveles en la que hemos de ver el comportamiento ético y la herramienta bancaria, no cabe sino que estimar la virtualidad de la existencia de una banca ética. De hecho, casi todas las entidades actuales tienen "ese producto" que ofrecer a sus clientes… y vuelta a confundir los dos niveles. Y no, no se trata del mismo nivel. La productividad y rentabilidad de nuestras sociedades ha de establecerse en términos del compromiso laboral de todos sus miembros (empleadores y empleados) en el crecimiento colectivo, y no en el crecimiento basado en la especulación; en una actividad financiera basada sobre el puro mercado; un dinero basado en su propia productividad. Esto último sólo conlleva la aparición de productos que otorgan un papel al dinero que no puede tener: nunca puede dejar de ser un medio. También para lograr salud, dinero y amor. Sí, a todas las personas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios