AL fin se terminó. Una liga tediosa, infinita, mediocre, ha llegado a su fin. Y si es cierto que la única verdad es la realidad, cada uno tiene lo que se ha merecido y aunque al igual que los partidos políticos, el análisis pos electoral (pos temporada) posee tantos datos que provoca las reflexiones más sofisticadas, que no dejan de ser banales justificaciones. Solo resta esperar lo que deparará el mercado de fichajes, aunque la gran cita es la Eurocopa de junio, donde como ya sabemos, España se coronará campeón. Hasta entonces el periodismo deportivo, necesitado de llenar espacios de papel, con la complicidad de los protagonistas, echará mano de su costado rosa, y hablará de todo menos de deporte, fórmula utilizada durante todo el año en televisión, por esos a los que la gente conoce como los dos Manolos. Pan y circo en este fútbol de principios de siglo, donde la bomba de la temporada es Ronaldo y sus amigas con sorpresa. Nosotros tampoco escapamos a la regla, y estamos expectantes a la espera de saber lo que va a decidir Emery. Y me pregunto ¿Tan difícil es saber si se queda o se va? Todo bien Unai, yo estoy totalmente convencido que en la historia del fútbol del Almería, en sus distintas formaciones, nadie, hasta que vos llegaste, ha ofrecido a los almerienses tan buen fútbol. Nos has llevado a darle el beso a la jirafa, después de una vida de abstinencia. ¿Te acordás tu paso por el Lorca? De casi ascendido, al infierno más cruel, y de ahí al Mediterráneo. Es que así es el fútbol, sólo vale lo que es útil, y sólo es útil lo que nos da dinero. También sabés que muchos de los que hoy te aplauden, en cuanto pierdas tres partidos, te invitarán a morirte, y entonces volverás a encontrar el equilibrio, porque todos sabemos que ni cuando te acercaste al horno eras tan malo, ni cuando tocaste el cielo con las manos, eras maravilloso. Por eso te pido a modo personal, que sea lo que sea, simplemente lo digas. Yo por mi parte, te estaré toda la vida agradecido.