Q UIERO dedicar estas líneas para felicitaros con motivo del veinte aniversario de la cofradía Virgen de los Dolores. Cuando digo a todos me refiero a mis compañeros cofrades, socios y en general a los devotos que profesan el amor que se merece nuestra guapísima Virgen de los Dolores. Han pasado veinte años profesando nuestra fe, siempre al servicio de nuestra Virgen de los Dolores, rindiéndole homenaje y participando en todos aquellos actos litúrgicos que se celebran en su honor; por eso, yo quiero deciros que tenemos todos que seguir unidos en torno a su Figura, que nada nos aparte de su camino y cada año sea un motivo más para estar a su lado. Espero que sepáis permitirme que resalte la persona de Herminia Garcia Llamas, incansable devota, donde las haya y a la sazón presidenta de nuestra cofradía, que dirigida por ese amor que tiene a la Virgen siempre ha estado presta al servicio de todos y resolver todas aquellas dudas de sus integrantes. Quiero recordar a la Virgen del Pilar y la romería que se celebró el domingo siete de mayo hasta la Cinta. Su Figura está decorada con una cruz latina de Santiago, sus brazos simbolizan la flor de Lis, esta cruz es el emblema de la Orden de Cáceres (1170 ) que protege a los peregrinos del Camino de Santiago. Como anécdota diré que la Virgen permaneció un año en casa de Don Jose Medina, hasta que con motivo de la primera misa, fue bendecida por el emblemático párroco de Arboleas Don Juan Pardo Lorca. Y como no puede ser menos y haciendo referencia a nuestros amigos y compañeros los cofrades del Padre Jesús, felicitarles por la restauración llevada a cabo este año de Nuestro Padre Jesús, Paso Morado, es una talla de 1720 calificada como la más antigua y de mayor calidad de la Semana Santa almeriense, quiero terminar este artículo, despidiéndome de todos y ofreciendo un recuerdo a la memoria de mi madre Amalia que desde el Cielo, estoy seguro; se suma a vuestro homenaje.