Doble o nada

Nieva o Cohen, hay que elegir. A partir de ahora sólo voy a escribir obituarios porque siempre hay tema

Nieva o Cohen, hay que elegir. A partir de ahora sólo voy a escribir obituarios porque siempre hay tema. Cohen, venga. Los intelectualoides postcoldplay han oído hablar de oídas de Leonard Cohen y nunca han escuchado una canción entera, no obstante lamentan su pérdida. Los intelectualoides precoldplay y postnirvana han escuchado alguna vez alguna canción, es decir, Suzanne, So long Marianne, Take this waltz o Hallelujah. El resto lo conoce y a lo mejor hasta le gusta pero no ha escuchado nunca un disco entero de Leonard Cohen porque se aburren, empiezan a bostezar y terminan poniendo a Supertramp o Dire Straits. No obstante todos lamentan su pérdida. A mi me dio un tiempo por escuchar el primer disco pero hace tiempo que no lo escucho así que como siempre hay que aprovechar que se muere alguien para interesarse por él igual me pongo al día. Los intelectualoides que odian a De Prada a pesar de no haber leído nunca ni una línea de lo que escribe seguirán lamentando su pérdida pero seguirán durmiéndose con Cohen a la segunda canción. Lo de De Prada lo pone en el catecismo del intelectualoide: Odiar a De Prada. Por cierto, De Prada ha publicado en el ABC (ABC, el gran Satán de los intelectualoides) de este sábado un buen artículo sobre Francisco Nieva. Es inusual en él (escribir sobre escritores, no escribir un buen artículo) y debería hacerlo más porque lo ha bordado. Ha escrito un artículo literario y no esa bazofia de artículos sobre política donde siempre pone las misma expresión, masas cretinizadas, para hacernos entender que él (y Pérez-Reverte) son los únicas personas inteligentes del planeta. No os revolquéis de alegría en el lodo aún, intelectualoides, que los demás politiqueroartículistas son peores aún. Cuando un escritor bueno se pone a arreglar el mundo, no arregla nada y para colmo, deja de escribir bien. Por eso me ha gustado el artículo de De Prada sobre Francisco Nieva, puro mosaico lleno de esquejes que bebe y a donde mana la literatura de verdad. Los intelectualoides saben menos de Francisco Nieva que de Cohen pero aún así también lamentarán su pérdida. Cuando todos los intelectualoides se compren un desierto y se pierdan, yo sí que no lamentaré su pérdida. Mientras tanto apuntad en vuestra libretita: Suzanne, So long Marianne, Take this waltz o Hallelujah para citar en las conversaciones de tetería. Fíjate, al final me he quedado con los dos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios