El lado oscuro de la transición

José Ángel Pérez

Esteban Maldonado, primer guardia civil de Almería asesinado por ETA

Apenas unos días después de atentado que se cobró la vida de un agente de la Benemérita, recordamos el primero de los desgraciadamente numerosos asesinatos que han afectado a agentes almerienses

EL 5 de octubre de 1.975 murió en un atentado en el País Vasco el joven guardia civil Esteban Maldonado Llorente de 20 años de edad. Sus asesinos no le dejaron conocer la democracia. Franco estaba en el hospital, en plena agonía y el país en víspera de aquella marcha verde en el Sahara.

El agente, había salido de la academia de Valdemoro tres meses antes y su primer destino fue la localidad vasca de Mondragón, donde en plena juventud encontró la muerte victima de un vil asesinato.

Hijo y hermano de guardias civiles, Esteban Maldonado se convirtió en el primer miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado vinculado a la provincia de Almería asesinado por la banda terrorista de ETA.

Aunque el joven agente había nacido circunstancialmente en la localidad de San Pedro de Mérida en la provincia de Badajoz, donde se encontraba destinado su padre, a los pocos años la familia se vino hasta la capital al trasladar la superioridad a su padre a la comandancia de Almería.

Tras pasar la unos diez años en la barriada de Cabo de Gata, una vez jubilado el padre en el año 1965, la familia se trasladó definitivamente a la capital residiendo entonces en la calle Doctor Gómez Ulla. Otro de los hermanos del agente fallecido también miembro de la Guardia Civil. en aquellas fechas en que se produjo el atentado se encontraba destinado en la provincia de Almería.

El atentado de la organización terrorista ETA que sesgó la vida de Estaban Maldonado Llorente y la de otros dos compañeros más, Jesús Pascual Martín Lozano y Juan José Moreno Chamorro de 26 años de edad, se produjo al hacer estallar los terroristas una carga explosiva contra el patrullero de la Guardia Civil cuando el vehículo circulaba por la carretera local que une el Santuario de Nuestra Señora de Aranzazu hasta Oñate a escasamente un kilómetros del recinto religioso.

La tragedia se produjo unos minutos antes de las dos de la tarde. Los guardias civiles habían acudido al santuario alertados por la central operativa del COS de la Guardia Civil a requerimiento de unos vecinos de la zona para retirar una bandera separatista colocada en la fachada y en cuyo mástil tenía adosado un paquete sospechoso que posteriormente resultó ser un cartucho de arena y piedras, trama gestada por los terroristas para provocar el atentado.

Los agentes cayeron en la mortal trampa de los terroristas quienes desde lejos, mediante un mando a distancia activaron un potente artefacto explosivo oculto en el talud de la carretera junto a una pared rocosa y a la salida de una curva a escasamente metro y medio del suelo.

Como consecuencia de la fuerte explosión el Land Rover en el que viajaban los cinco miembros de la Guardia Civil saltó por los aires violentamente despedido unos veinte metros. El vehículo tras el fuerte impacto dio dos vueltas de campana y tres de los cinco agentes entre ellos Esteban Maldonado Llorente quedaron inertes en la carretera, muertos en el acto, dadas las profundas e irreversibles heridas que sufrieron.

La muerte de Esteban Maldonado, ex alumno de la Escuela de Formación Profesional de la capital fue plenamente sentida por todos los almerienses. Miles de personas desfilaron por la capilla ardiente instalada en el acuartelamiento de la Benemérita en la capital para mostrar su pesar y repulsa a los familiares por el crimen.

Años mas tarde, el 12 de octubre de 1.986 en la comandancia de la Guardia Civil de Almería le fue impuesta a titulo póstumo la Cruz del Merito de la Guardia Civil. El galardón, entregado por el entonces teniente coronel de las 212 Comandancia, Antonio Campos fue recogido por el padre del infortunado agente Rafael Maldonado Ureña, guardia civil jubilado, en un entrañable acto al que asistieron numerosas autoridades civiles y militares de la provincia.

Posteriormente la Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, en su artículo 17, y la Ley 42/1999, de 25 de noviembre, de Régimen del Personal del Cuerpo de la Guardia Civil, en su artículo 16, otorgó al Consejo de Ministros la facultad de conceder ascensos honoríficos a militares en determinadas circunstancias especiales. Por ello y con el deseo de honrar la memoria de los militares y guardias civiles asesinados en atentados terroristas, a propuesta del Ministro de Defensa y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 18 de marzo de 2005, el agente Esteban Maldonado Llorente fue promovido al empleo de cabo con carácter honorífico y a título póstumo.

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