Estupideces

Espero que algún día nuestros gobernantes respondan por sus agresiones a la palabraYa no quedan sabios ni provocadores, solo tenemos culturetas que interpretan ese papel en las redes

P OR lo general en la redes sociales suele encontrarse de todo: discriminaciones, insultos, videos de degradaciones a seres humanos y etc. No obstante, últimamente he detectado un comportamiento que me ha llamado poderosamente la atención: ciertos escritores, intelectuales, y periodistas populares, se han tomado la libertad de hacer criticas petulantes sobre clásicos de la cultura universal, es decir han tomado la costumbre de desconsiderar lo que siempre ha sido considerado y de devaluar aquello que forma parte de la historia del arte. Para ello carecen por completo de razones o indicios coherentes, y solo cuentan con su opinión subjetiva y apenas documentada. También es verdad que para hacer una crítica artística no se exigen pruebas empíricas, ni objetivas, y que basta con una serie de premisas basadas en el conocimiento del arte; de la misma manera es cierto que para llamar la atención entre los culturetas solo es suficiente construir un conjunto de argumentos llamativos y violentos verbalmente sin que sea necesario que exista relación lógica entre ellos. El hecho es que hay una ornada de intelectuales que ansían la popularidad en las redes a través este tipo de comportamientos que para mi son los propios de la soberbia y de la provocación. Pero la suya no es una provocación al uso, sino una destilada. En otra época histórica los verdaderos provocadores lo eran para crear cambios sociales, políticos y etc. Véase el ejemplo de Sócrates y de Diógenes. Sus ambiciones eran loables y detrás de cada uno de sus actos estaban valores morales de alta raigambre. Prueba de ello es que Sócrates fue condenado a muerte. Los nuevos provocadores de hoy en día no aspiran a ninguna de estas cosas, tan solo ambicionan llamar la atención y subir su caché. Ninguno de ellos sale a manifestarse en las convocatorias sociales ni hace protesta a riesgo de jugarse su estabilidad legal. Nuestro mundo no tiene intelectuales preparados para la lucha social ni para la gestión de cambios históricos, artísticos y etc; solo tiene ingenuos dispuestos a decir estupideces para que un montón de seguidores le den al "me gusta" y así suban su ego, que no su identidad. Eso es todo, en este ejercito de criticones (no críticos) ya no tenemos sabios que se impliquen con la humanidad; solo contamos con una legión de usuarios de las redes que juegan a parecer y/o fingir lo que no son.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios