Fe

Almería, que mira al futuro con ansias turísticas, no se merece unos chiringuitos de playa como los que tenemosEl agnosticismo es un punto de vista contrario a la fe ciega; permite llegar a la honradez y nitidez del pensamiento

Para aclarar algunos conceptos y controversias derivadas en torno a la fe voy a tratar de discernir algunas ideas. Muy en el fondo son más importantes de lo que parecen porque tras ellas subyace el deseo de encontrar un centro o principio con en el que apoyarse para construir el sentido de la vida de cada uno. Todas las personas necesitamos creer en algo, en definitiva, de ahí que esto sea tan importante. Para empezar diremos que todo gira en torno al acto de tener fe, que es la confianza respecto a algo (ente, deidad, persona, etc). Tal confianza lo es incluso en el caso de carecer de pruebas de ello. Ese es el caso de la creencia en Dios. Se tiene fe sin más, tan solo con una serie de de indicios de su existencia, nada más. Lo cual es respetable, por supuesto. Hablamos del Dios teológico (el de los monoteístas) que es el Dios cosificado y vinculado a la cultura como producto. Y también hablamos del Dios deísta, que es una abstracción que lo considera esencia del universo (este es el Dios de los que creen en algo pero no saben qué). Por otro lado existen otras posturas mal llamadas contarías a la fe, que no lo son en absoluto. El ateísmo, por ejemplo, es una postura también de fe porque tiene fe en la ausencia de Dios, y para ello solo cuenta con principios racionales (sin pruebas). Igual que en los casos anteriores no existe ninguna certeza absoluta. Un ateo cree que no hay Dios como acto de fe, nada más. Suele confundirse ateísmo con nihilismo. En el ultimo caso hablamos de la fe en la imposibilidad del conocimiento. El nihilista, por eso, es el que no cree en nada de nada, que es más que no creer en Dios. Y para ello también se basa en consideraciones no demostrables, como los demás. El agnosticismo, para acabar, es la única opción que se desliga de la idea de tener fe en algo porque sí; esta postura huye de tener confianza solo en los indicios porque si lo hiciera estaría cerrando la posibilidad de otros horizontes. Un agnóstico no aspira a posicionarse ante la falta de certezas, sino que pretende -al menos para mi- a tener una postura intelectual honrada: eso es no afirmar ni negar a Dios sino reconocer no sentirse condicionado por la posibilidad de su existencia. Desde luego, y respetando a otros, es el camino que yo he elegido, que es el de la honradez de la conciencia o del pensamiento. Es un punto de vista lejano a las sospechas y suposiciones.

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