EL equipo terminará el domingo su temporada en casa y algunos de los protagonistas, que lo han sido durante todo el ejercicio, se despedirán de la afición porque el próximo año estarán vistiendo otra camiseta... o dirigiendo otro banquillo. Felipe Melo, el primero en salir, posiblemente tenga que despedirse desde la grada porque un esguince de tobillo le puede impedir hacerlo en el campo.

El resto, están en el aire, pero saldrán más seguro. Ahora bien, el que está centrando la atención de todos es el entrenador. Ayer, una noticia publicada por la prensa valenciana, anunciaba que el Valencia C.F. había "atado" al técnico guipuzcoano para la próxima temporada. Los ecos de esa información no se hicieron esperar y, coincidiendo con la comparecencia del entrenador en la sala de prensa del Mediterráneo, fue preguntado al respecto. Emery negó la mayor pero, a estas alturas de la historia, es difícil escuchar con ingenuidad esta respuesta.

Seguro que Unai no ha firmado nada con el Valencia, no ha tenido tiempo, la permanencia del conjunto de Mestalla la consiguió el miércoles, pero su gabinete de representantes, que para eso cobran y bien, ya se habrán encargado de dejar las cosas bien encarriladas.

Ahora solo falta la decisión de Emery. La comunicación de que no acepta la oferta de renovación del Almería y que su futuro esta en otra ciudad. Todo el mundo lo va a entender pero va a ser curioso que, el entrenador que más lejos ha llegado con el Almería, se marche por la puerta de atrás. La afición no podrá darle el último aplauso, su despedida quedará reducida a una comparecencia ante los medios o, peor aún, a un comunicado de prensa. Sea como fuere, los aficionados pueden ofrecer un reconocimiento "virtual" el domingo durante el derbi ante el Recreativo.