EL Almería ha sumado ante el Getafe posiblemente los tres puntos más importantes de la temporada, los que le dan un colchón de seis sobre la zona de descenso justo antes de volver a afrontar la parte más dura del calendario aunque Hugo Sánchez parezca sacar al Villarreal del listado de los cocos oficiales de la liga.

Además del triunfo sigue dejando buenas sensaciones el conjunto rojiblanco, que por momentos desarboló a los madrileños, aunque como es inevitable acabamos sufriendo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos con unos últimos minutos extraños en los que Diego Alves y Santiago Acasiete andaban casi caídos en batalla.

A Dios gracias el Almería sigue teniendo un elemento que le diferencia de los equipos que luchan por escaparse de la quema y ese no es otro que Álvaro Negredo, al que critiqué en su día en esta columna por sus expulsiones infantiles y su baja forma tras las vacaciones navideñas y a quien en jornadas como hoy es justo rendir pleitesía.

El partido contra el Getafe nos deja igualmente la constatación de que a la afición almeriense le gusta el fútbol diez, a diez euros, y que un ligero incremento de cinco euros puede ser razón suficiente para perder un millar de seguidores, sin duda un buen aviso para que el presidente Alfonso García se plantee si merece la pena seguir perjudicando a unos socios que protestaron con pancartas en las que se confesaron engañados.

Habrá que ver si finalmente se confirma que el partido ante el Barcelona es televisado como responde un consejo que ha fiado a este encuentro parte de las posibilidades de equilibrar el presente presupuesto.