SE cumple un año del ascenso del Almería a Primera División. La ciudad entera se echaba a la calle en una de las noches más entrañables que recuerdo. No era para menos, supongo. Había que celebrarlo por todo lo alto. Hasta yo me arranqué con un par de capotazos con la bandera de la Unión. El centro de Almería fue testigo de un bullicio sólo comparable al que se puede vivir en la Feria. "Que lo disfruten. Para lo que les va a durar", pensaba yo. Pero me equivoqué, y donde dije digo, digo Diego, y no me queda otra que felicitar al equipo y a la afición por mantenerse con solvencia en la categoría.

He seguido bastante al Almería durante toda la temporada. De ello tiene gran parte de culpa mi amigo, y sin embargo colega, Raúl Piñeiro. Raúl es un periodista deportivo todoterreno. Para mí, de lo mejorcito que hay en la provincia. A lo mejor alguien pensó que no iba a llegar tan alto, pero yo digo que a alto no le gana nadie y aún puede subir más arriba, porque antes que periodista, Raúl es aficionado. Me río yo de los que hablaban este año del Sentimiento Rojiblanco. El señor Piñeiro estuvo con el equipo cuando había que estar. Animando en los campos de Tercera. El señor Piñeiro pronosticaba el año pasado un 0-4 en el Bernabéu con el corazón, y con la cabeza un 0-5. Yo sé que el Raulico tira más hacia lo merengue, pero él no es primero del Almería y luego del Madrid. Él es del Almería y punto.

Por eso, me alegro por él más que por nadie, porque así el año que viene podrá disfrutar de otro RPR on Tour por la Primera española, y yo con él. Espero poder brindar con Blantons por más victorias del Almería, porque se las merece, porque él es el más grande y porque es correcto.

Felicidades, compañeros.