SUPONGO que estoy tan cansado como cualquiera de ustedes del tema de la renovación de Emery, esta especie de novela barata con dimes y diretes, plazos incumplidos y una gran torpeza en cada movimiento de los que han venido realizando tanto el técnico como el presidente Alfonso García. Lo que debería haber sido un paseo triunfal incluso en el caso de que el mister decidiera hacer las maletas se ha convertido en un folletín al que uno no le acaba de ver el final ni la solución y que está provocando un profundo hastío entre la afición que acudió en escaso número al partido del Villarreal y que casi pasó de puntillas sobre la figura de Emery. Club y entrenador han dejado pasar una oportunidad histórica para preparar un nuevo proyecto con más fuerza o por el contrario para cerrar un ciclo glorioso para el fútbol almeriense, todo se ha despreciado por las ganas de García de planificar con tiempo y las de Unai por saber de qué ofertas puede disponer. Dicho esto y aclarando que a estas alturas ya me da exactamente igual que el entrenador se quede o se vaya sí miro con cierta sorpresa alguno de los nombres de los posibles sustitutos. De Biasi le pese a quien le pese es una auténtica incógnita, Abel Resino sólo ha demostrado cierta habilidad para manejarse en segunda y Lucas Alcaraz suena más a provocación que a otra cosa. El técnico granadino para los menos iniciados ya tuvo su oportunidad en el extinto Almería CF al que hundió en tercera con una formación de impagables jugadores de su confianza como Aláez, Valderrey, Raúl Molina o Rodrigol que convirtieron el Juan Rojas en un auténtico circo y dejaron suculentas cajas en los pubes de moda.