Incoherencias

Lo de plurinacional, tal y como lo expone el autor, parece criticable por incoherente

Me duele la incoherencia. Uno se puede equivocar, reconocerlo, recoger velas y emprender un nuevo camino. El error nos humaniza, y la rectificación nos acerca a la sabiduría. Pero ver que se persiste a lo largo de los años en aseveraciones incoherentes con la pretensión de solucionar problemas, que lo único que hacen es agravarlos, me enerva. Esto es lo que he estado viviendo con la relectura de un libro (1) al que di una primera ojeada hace un par de años y que ahora, al agravarse la situación catalana, he querido retomar. Y no me está gustando; no porque esté en desacuerdo con su contenido (que en muchas ocasiones lo estoy), sino por las serias incongruencias que en él descubro, situación agravada por ser quien es el autor. Es el objetivo de su autor llegar a una España "socialista, republicana, federal y plurinacional". Parcialmente de acuerdo. Prefiero una sociedad socialista, que puede ser o no ser republicana (el mero hecho de ser republicana no garantiza nada); el federalismo puede ser una buena solución para algunos problemas; pero lo de plurinacional, tal como lo expone el autor, parece cuando menos criticable por incoherente. Si alguien defiende la plurinacionalidad debería tomar como punto de partida qué sea una nación. Pues bien: lejos de poner de manifiesto qué entiende por nación, insiste una y otra vez en que hay que repensar y redefinir ese concepto, al igual que el mismo concepto de soberanía. Pero ¿se puede estar defendiendo compartir una soberanía (que aún no sabemos en qué consiste exactamente) para llegar a un conglomerado de "naciones" (de las que ignoramos sus características)? Pide dialogar, pactar, para buscar el encaje de Cataluña en España; pero toma como punto de partida las condiciones de la ciudadanía catalana, aunque admite una consulta a todo el territorio, pero tras la cual solo se tendrían en cuenta las opciones catalanas, es decir, condiciona la arquitectura del nuevo Estado para sustituir al viejo al que califica de ilegítimo (¿?) porque una parte de la sociedad (que al parecer no es muy mayoritaria) concluye que está agotado; todo esto ¿puede ser el mejor procedimiento para construir un estado del futuro que tendría, ahora sí, plena legitimidad? ¿Es esa la mejor manera de seleccionar las piezas de un rompecabezas que darían como resultado un nuevo estado bucólico, solidario, con el que soñamos, porque este no nos gusta? No.

(1) Por un socialismo republicano. J.A.Pérez Tapias

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