Inmortales

¿No piensa Trump, en todas esas muertes, que su firma va a causar en el futuro? Si no lo piensa es un ignorante peligrosoNo envejecer cambiaría el sentido de la vida, sin duda, pero no nos destruiría sino que dará pie a otro sentido de a vida distinto

C ADA vez que surge el debate sobre inmortalidad aparece algo llamado falsa modestia. Esta tan difundido en nuestra cultura que la muerte es lo único que le da sentido a la vida, tal como dijo Heidegger en el "ser-para-la-muerte" (Dasein), que de forma automática todo el mundo reconoce su finalidad. Se da por hecho que nuestra limitación temporal es lo único capaz de hacernos proyectivos de cara a nuestros objetivos vitales. Y se ha aceptado que la idea de la muerte nos hace lo suficientemente creativos como para construir nuestra vida. Pero muy en el fondo todo el mundo siente un gran deseo por perpetuarse, hecho nada extraño si pensamos en algo llamado supervivencia. La falsa modestia genera argumentos como que la inmortalidad acabaría con nuestro mundo a través del agotamiento de los recursos, de la ausencia de la ética, y del imposible equilibrio demográfico. No obstante a mi todo esto me parece, al margen de bohemio, algo absurdo, dada nuestra condición de seres biológicos con la manía de sobrevivir. Veamos: existe un estudio en curso sobre las Amebas. Al parecer son el único ser vivo que no envejece en este planeta. No es exacta la expresión inmortal pero si la de eternamente joven, lo que no las desliga de la enfermedad o la agresión externa. La universidad de servilla estudia este tipo de seres vivos y pretende proyectar un tratamiento de rejuvenecimiento para nosotros según el sistema celular de estos. De hecho afirman ser capaces de mantener joven a un ser humano finalizadas sus investigaciones (joven permanente, no inmortal). De imaginar que fuese posible su pretensión a mi me surgen algunas cuestiones sin falsa modestia. Un mundo de personas siempre jóvenes rompería el sentido de la vida, sin duda, pero eso no nos destruiría sino que daría pie a otro sentido distinto. Nuestra cultura giraría a otra alternativa, una basada en una vida más estática y sin las ambiciones propias de sentirse limitado temporalmente. Esto no es nada descabellado si pensamos en la variaciones de nuestra la esperanza de vida en la historia. En el paleolítico era de 25, en la edad media de 50 y en la actualidad de 75/80 años. En cierta forma nuestra juventud dura cada vez más, lo que cambia el sentido de la vida progresivamente. Así que para que tanta falsa modestia si llevamos con eso toda nuestra historia. Tenemos la manía de sobrevivir. Admitamoslo.

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