El callejón del gato

LÍDER MEJOR VALORADO

Lo que no vieron los barones ni viejas glorias, lo vieron los militantes al devolver a Pedro Sánchez el liderazgo

No siempre se puede atribuir a la persona de un candidato la pérdida de unas elecciones. Hay casos en donde determinados comportamientos personales sí pueden ser decisivos, como la estampa de Aznar en las Azores cuando España entera se estaba manifestando en contra de la Guerra de Irak y él veía armas de destrucción masiva donde no las había. Por añadidura, el atentado yihadista del 11M, agravado por el intento de obtener provecho achacándoselo a ETA fue definitivo. Pero en otras ocasiones el análisis para sacar conclusiones sobre el resultado de unas elecciones no es tan sencillo. Zapatero, que con el paso del tiempo está recuperando prestigio, soportó aquellos furibundos ataques a coro en los actos de campaña del PP, como si de todos los males del Universo él fuera el único culpable. Pero hoy se da por hecho que la crisis que padeció España en la última etapa de Zapatero, al margen de la parte que le pudiera corresponder como presidente del Gobierno que era, se debió sobre todo a una serie de factores, como el desarrollo desmedido del ladrillo durante etapas anteriores que dio en quiebra y una situación de crisis generalizada en toda Europa. Aunque las cabezas pensantes del PP fueran conscientes de la situación, utilizaron ese machaque "goebbelsiano" contra Zapatero como estrategia para alcanzar el poder y, en cierta medida, se comprende. Menos se comprende que Pedro Sánchez soportara la carga de ser el único culpable de que el PSOE sufriera el mayor descalabro de su historia cuando se presentó como candidato para presidente. Ya que, en este caso, eran los dirigentes de su partido quienes manejaron esta hipótesis hasta el extremo de hacerle dimitir de secretario general. Muy ciegos tenían que estar si no vieron el cambio que se había experimentado en España con la aparición de nuevos partidos y sobre todo de Podemos a raíz de las manifestaciones del 15M, sucesos que ocurrieron cuando Pedro Sánchez aún no había entrado en la escena política. El traspaso de votos del PSOE a Podemos en aquellas elecciones era inevitable cualquiera que hubiera sido su candidato. Lo que no vieron los barones ni las viejas glorias, lo vieron los militantes de base y devolvieron a Pedro Sánchez el liderazgo del partido, y en las últimas encuestas del CIS el PSOE recupera posiciones y Pedro Sánchez es el político mejor valorado. Que sea o no un buen presidente tal vez podrá demostrarlo si un día se presenta la ocasión.

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