La Buhardilla

Manuel Lucas Matheu

Libertad

LA libertad es simplemente la posibilidad para elegir. Así de sencillo, y así de complicado. Porque poder elegir depende de muchas variables. Pero fundamentalmente la libertad gira en torno a la democracia, la equidad, el conocimiento, las actitudes y las capacidades. Vivimos en una democracia, al menos hasta ahora. Pero en una democracia, en la cual cada día se van limitando más las libertades. Y se van limitando, porque la propia democracia está en entredicho, porque todos tenemos la impresión que quien realmente nos gobierna, al menos en las decisiones económicas, no es el gobierno al que los españoles votan. Y en lo que este gobierno sí está tomando decisiones, se están reduciendo directamente la calidad democrática, los niveles de equidad y los niveles de conocimiento. Y esto último, sí que limita la libertad. Porque yo puedo tener libertad para viajar y poder adquisitivo para hacerlo. Pero cuanto menos conocimiento tenga en geografía, arte, antropología y riquezas culturales, menos posibilidades tendré para elegir el lugar donde quiero viajar. Y, finalmente, sus actitudes ideológicas dogmáticas, impuestas al resto de la ciudadanía, no solamente los limitan a ellos, sino a todos, y sobre todo a todas. La nueva ley "Gallardón", llamada de forma alambicada "Ley Orgánica de protección de la vida del concebido y derechos de la mujer embarazada", es la guinda que colma este cóctel represor de la libertad. Y es una guinda especialmente amarga, porque limita una libertad, que ya estaba limitada, y porque lo hace sobre las mujeres. Y digo que ya estaba limitada, porque es cierto que la mujer podía decidir sobre su derecho a tener o no un hijo. Pero no nos engañemos, la falta de sensibilidad de toda la sociedad ante la importante necesidad de una educación sexual, limitaba y limita también la capacidad de decidir. Pero no una educación sexual, exclusivamente centrada en lo preventivo, sino una educación sexual holística. Una educación sexual basada en el conocimiento del hecho sexual y de las relaciones sexuales. Basada en las actitudes ante la equidad y democracia, entre hombres y mujeres, entre todas las formas de vivir la sexualidad, y entre todas las personas, sea cual sea su condición. Y en las capacidades para vivir el propio cuerpo, y para amar. Esto sí que aumentaría la capacidad de las mujeres para elegir, no solamente para elegir tener o no un hijo, sino para elegir cómo vivir como personas sexuadas, con conocimiento y madurez, y todo lo mucho que ello conlleva. De las mujeres, y también de los hombres. Pero en vez de avanzar, retrocedemos.

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