Lunes

Resulta prodigioso ver como Paco Calavera sigue sacando agua del pozo de los tópicos almerienses

Desde mi ventana tengo una vista privilegiada. Veo como se construye el nuevo centro comercial. Es la economía, estúpido. Ayer (el domingo) por la tarde, fui a ver actuar a Paco Calavera en un pub de Aguadulce. Paco Calavera sigue hilvanando chistes de hace 8 años con chistes actuales en ese collage que sigue haciendo reír entre whiskies, cervezas, infinitos alcoholes que ya no existen. Yo conocí a Paco Calavera hace mucho tiempo, en la tele, en los escenarios pero empezamos a ser amigos lejanos desde que le hice una entrevista para una página web. La entrevista se llamaba La entrevista chunga de Collantes y parece que le gustó. Desde entonces en sus actuaciones charlábamos entre bastidores y hasta compartía mesa VIP. Después desaparecí y el domingo aparecí y nos saludamos como amigos lejanos y me reí con sus chistes, los mismos hilvanados desde hace 8 o diez años, que ya son eternos. Paco es Lenny y Bukowski monologuista, sucio, políticamente incorrecto, sólo que envuelto en ese aire nacional que empuja a que todo el mundo triunfe, en ese mundo nacional donde hasta los cómicos tienen que ascender de tercera a segunda y de segunda a primera para hacer los photocalls y las fotos y subir de los bares a los teatros y de los teatros a los platós para que dejen el humo inexistente de los bares, los alcoholes prohibidos y las tardes de domingo y se pongan las chaquetas de la taquilla y la lejanía del escenario y el camerino al que luego van los fans. Desde mi ventana de lunes veo como las máquinas, a lo lejos, siguen trabajando y devoran a paladas los sueños de los anticapitalistas. El domingo pasé frío antes de la actuación. Todavía no entiendo como puede haber gente que vaya en manga corta. Resulta prodigioso ver como Paco Calavera sigue sacando agua del pozo de los tópicos almerienses. Paco Calavera es el almeriense famoso que no exporta almeriensismo (ahora he sabido que esto se lo han apropiado los futboleros) y aunque tiene ya un sitio en el Club de la Comedia, los hacedores de dinero todavía lo ven en segunda división en la carrera de siempre más y mejor los más, Bukowski no, Bisbal sí. Lenny era un perdedor y un maldito. Os recomiendo ver Lenny, con Dustin Hoffman. O mejor, os recomiendo seguir pensando que en realidad las chaquetas de los monologuistas tenían que estamparse con dólares. Aunque los chistes fueran penosos, los dólares siempre hacen gracia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios