EN un país dividido por los que piden a Raúl para la selección y los que no, lo que sí parece complicado es que un club tan joven y modesto como el Almería surta de futbolistas al combinado nacional. Eso no es problema para Brasil, que ya ha convocado a Diego Alves y puede hacer lo propio con Melo. Pero en España, que equipos modestos tengan jugadores en la selección española es poco menos que una utopía. Este domingo, con motivo de la visita al Estadio Vicente Calderón, algunos de los futbolistas del Almería pueden reivindicarse ante los ojos del seleccionador, Luis Aragonés.

Porque el Sabio de Hotaleza, leyenda viva del Atlético de Madrid y aférrimo seguidor del conjunto colchonero, no se pierde un partido del equipo de su alma y suele asistir con frecuencia a la Ribera del Manzanares.

Si Mahoma no va a la Montaña… la Montaña va a Mahoma. Ya que el seleccionador, a diferencia de numerosos técnicos y ojeadores de clubes nacionales e internacionales, no se ha dignado a visitar el Mediterráneo para seguir las evoluciones de los futbolistas nacionales del Almería, tiene que ser el conjunto almeriense el que se exhiba en su casa.

Porque es de juzgado de guardia que centrales tan manidos, y en un estado lamentable, como Marchena, Juanito o Pablo tengan cabida en la selección y no Carlos García; Tampoco me parece de recibo que un lateral como Mané, de largo recorrido y que encajaría de lujo en el esquema del seleccionador, no haya ido convocado nunca; Además, si Luis buscaba un sustituto de Albelda, alguien que diera equilibrio en la medular, haciendo el trabajo sucio, nadie mejor que Juanito, pero el del Almería, no el del Betis; y luego hay jugadores, como Corona, Bruno o Negredo que también merecen que el seleccionador se tome la molestia, cuando menos, de verlos alguna vez en acción, aunque sólo sea por respeto a un equipo que está haciendo historia. Al final, llevará a los mismos de siempre...