Marga

García Margallo es un ex-ministro de postín y toros. Y de marca España, que todavía no he visto en el súper

José Manuel García-Margallo es un exministro de postín y toros. Y de marca España. Yo todavía no he visto la marca España en ningún producto del súper pero se ve que existe. Es la niña de los ojos de García-Margallo. Bueno, era la niña de sus ojos, ahora vete a saber. Dicen los mentideros que antes de irse (o de que le echaran) le espeto a un Rajoy con gobierno nuevo: en fin, tu sabrás lo que haces. Y sonó a despecho. Sonó a, a ver donde encuentras alguien que tenga mi visión geoestratégica de Europa y mi niña de los ojos. García-Margallo tiene una visión especial y geoestratégica de Europa, que no sabemos para que va a servir ahora, pero la tiene. Y también ha escrito un libro, bueno, publicado, que se lo han revisado, que a lo mejor es como se dice ahora que se lo han escrito. En fin, tu sabrás lo que escribes, le espeto yo. García-Margallo, exministro, opina que Europa será al final una Unión de Estados Europeos, algo así como los Estados Unidos de Europa. Eso, ahora que los británicos se dan el piro y que cuando los marrones se amontonan en las fronteras nadie quiere saber nada de nadie. Y mira que lo miro pero no lo veo, señor García-Margallo. El ha venido aquí a hablar de su libro. Su libro son cartas escritas en los aviones, qué romántico, y se llama Todos los cielos conducen a España. Todos los aviones conducen a otro ministro, le hubiera llamado yo, para ser profético de verdad. Y el libro viene con polémica soterrada. O sea que el que revisa el libro incluye una carta con rifirafe con el revisado y García-Margallo se entera cuando lo lee ya publicado. Lo que pasa es que una polémica con un ministro saliente es como una polémica con un famoso que ya no sale en el Sálvame. Sin ministro como sin famoso, no hay polémica. García-Margallo está levemente triste con su pérdida de cartera y, dado a escribir, también se dice que se va a despachar agusto ahora que ya no está en la empresa, como un currito despedido sin preaviso. Eso sí, ahora que va a tener tiempo va a revisar el mismo su propio libro para que no haya extraños que le traicionen y metan de soslayo lo que él nunca hubiera metido. Y es más, ningún español sabe a que se dedicará ahora con su venerable acento pausado, aparte de escribir libros y revisarlos él mismo. Pensar en Europa, dar conferencias sobre Europa y escribir lindezas sobre sus excompañeros. Con letra redondilla y bien revisaditas.

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