UNA vez inaugurada la etapa de la paridad, con predominio femenino, en su Gobierno de 2004, copiada por Zapatero la semana pasada, Manuel Chaves no podía permitirse retroceder en lo que considera una posición de vanguardia de Andalucía: su Gobierno de 2008 a 2012 también es paritario desde el punto de vista de los sexos , con ocho mujeres y siete hombres. También la nueva ley le obligaba a ello. El rumor último de que quería señalar otro camino innovador hasta el sobresalto poniendo de consejera a una chica aún más joven que la ministra Bibiana Aído, por debajo de la treintena, se ha revelado falso o simplemente se ha frustrado en el trecho que media entre la intención y la realización.

También hay una curiosa paridad en el Ejecutivo que tomará posesión el lunes. Siete de sus quince miembros son nuevos. Nuevos en las plazas que van a ocupar, aunque algunos ya estaban incorporados a la gestión autonómica desde diferentes atalayas (Clara Aguilera, Juan Espadas, Luciano Alonso y Teresa Jiménez, por ejemplo). Quiérese decir que Chaves ha hecho una renovación a medias, muy característica de su talante, que a algunos les parece excesivamente conservador y a otros benéficamente prudente. Ni ha barrido a su anterior equipo -lo que, en su mentalidad, habría significado asumir que se equivocó al designarlo hace cuatro años- ni lo ha mantenido sin cambios, signo inequívoco de que comprendió el desgaste de muchos de sus integrantes y la necesidad de aire fresco (y en algún caso, simplemente de aire).

¿Cuatro consejeros de Jaén? Pues sí. El viejo debate en el interior del PSOE sobre la representación de las agrupaciones provinciales en los gobiernos de la Junta lo ha resuelto Chaves con la confirmación de la hegemonía jiennense. Se ha visto algo forzado a ello porque Zarrías era innegociable y ninguno de los otros tres consejeros (Mar Moreno, Francisco Vallejo y Micaela Navarro) ha encontrado acomodo, por voluntad propia o ajena, en el Gobierno de la nación y sus altos cargos anexos. La agrupación del PSOE de Sevilla, tan poderosa electoralmente, obtiene tres Consejerías -dos de ellas (encarnadas por María Jesús Montero y Juan Espadas) del gusto del aparato socialista sevillano-, mientras que Granada y Málaga tienen dos cada una, y Cádiz, Huelva, Almería y Córdoba se quedan con un consejero por provincia. Luego está Manuel Chaves, que es de todas las provincias y no computa a efectos de representatividad y celos. El presidente siempre dice que no compone sus gobiernos en virtud de cuotas territoriales, pero el caso es que le salen así: el de ahora también responde a las correlación de fuerzas en el PSOE andaluz.

De las vicepresidencias hablaremos mañana.

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