Si sopla el viento

Andrés García Lorca

Mujeres en el Gobierno

ADVIERTO un cierto resabio machista, en esa forma de anunciar y hacer público, el acceso al Gobierno de un grupo de mujeres, como responsables de carteras ministeriales. Personalmente entiendo, que no era necesario enfatizar en esa distinción de género, pero claro, todavía es pronto, incluso para los que se autoproclaman progresistas, aceptar los planos de igualdad de las personas, por encima de las diferencias y funciones biológicas. En muchos ambientes, se confunde diferenciación biológica con desigualdad, toda vez que la diferenciación biológica implica una cierta diferenciación funcional. Pocos se paran en señalar, que lo importante es el concepto de persona, que es lo que nos diferencia del resto de las especies y de los seres vivos en general. Ahora, que ando relacionado con los chinos, procuro aprender de su cultura, una de las mas antiguas del mundo; desde el principio, me llamó la atención por los conceptos básicos de su cultura. Así, para ellos, la mujer es ( nü ren) cuya traducción es , la persona que puede quedar embarazada, mientras que el hombre (nan ren), es la persona que trabaja en el campo. Es decir, hombre y mujer son personas, individuos iguales con funciones diferentes.

El acceso al control de la sociedad por parte de la mujer, ha existido y existirá siempre, otra cosa es el poder impuesto desde la violencia y con la violencia, tan característico de las sociedades machistas, normalmente poco evolucionadas. Un mundo, una sociedad, con desarrollo cultural elevado, no entra en el debate de género por que sencillamente lo tiene superado. El problema de las situaciones de violencia de género, se produce por una degradación de la condición de persona del agresor, o por su incapacidad cultural para comprender dicho concepto; solo entiende, que el concepto hombre significa poder, mientras que el concepto sumisión, se identifica con mujer. Las personas, son algo más que las funciones que desempeñan y esto es fundamental entenderlo. Ahora que estamos en el debate de las olimpiadas, convendría recordar a más de uno, que este acontecimiento universal y deportivo, que ha desafiado el tiempo y las guerras, fue sencillamente una creación de un grupo de mujeres, que en el monte Olimpo comenzaron danzando en honor de Era por unas buena cosecha, continuaron haciendo carreras festivas y de ahí surgieron las Olimpiadas, pero ya apropiadas por los hombres. Como ese ejemplo hay muchos en la historia de la humanidad. Por eso, siempre que miro el cuadro de La Gioconda, pienso en el maestro Leonardo, que nos muestra con claridad, en una sonrisa, la clave del poder de la sociedad, frente a los que creen que la tienen.

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