El basket de mqq

Alejandro / Maquique

Nuevas ilusiones

BUENOS Buenos días, buenas tardes o buenas noches estimado lector. Han sido varios los capítulos dedicados a las vicisitudes de la temporada 1971/72, pero bien es cierto que resultó crucial para el futuro desarrollo de los deportes de sala almerienses en tanto en cuanto supuso el impulso definitivo para el comienzo de las obras del tan deseado, y tan repetidamente solicitado, Pabellón de Deportes. En lo relativo al CB Almería, la aparentemente muy próxima disponibilidad, que con el tiempo, resultó sólo aparente, de una pista cubierta, representó una inyección de ilusión para la nueva temporada 1972/73 y que encubrió, al menos en parte, los sobreesfuerzos realizados, tanto en términos económicos como de desgaste humano, de la temporada anterior. Dos significativas novedades se produjeron esta temporada. Una fue el cambio, junto a los equipo granadinos, del grupo andaluz al levantino y el otro, el de la pista de juego que pasó del Colegio La Salle a la Escuela Normal de Magisterio, situada en la Carretera de Ronda. En cuanto a la plantilla, más de lo mismo. Aunque Juan Esteban Navajas seguía en la dirección del equipo, se fueron Capi, Ernesto y Fernando Valls, este a estudiar a Barcelona, y llegaron Pepe Molina Cubillas y Eduardo Peromingo, un pívot proveniente de Guadalajara, tan alto como buena persona, y destinado a Almería por motivos profesionales. Así, el equipo estaba constituido por Paco Ferrer, Luis Campos, José Pedro Céspedes, Enrique Magaña, Manuel Urquiza, Juan Manuel Ramón, Manolo Rubio, Zapata y yo, junto a los mencionados Peromingo y Molina Cubillas, además de un jovencísimo Paco Manzano que ya jugó sus minutos. Respecto a los resultados, nos mantuvimos en los puestos de cabeza pero equipos como el Montanar de Alicante o los valencianos Lliria y Marcol coparon las primeras plazas. Hasta la próxima, buenos días, buenas tardes o buenas noches.

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