¿Perdón?

Tanto embuste y tanta saña del Gobierno de Mariano Rajoy con Almería no se comprenden

El Partido Popular lleva mintiendo a toda la sociedad almeriense desde hace algo más de cinco año, el tiempo que lleva Rajoy en La Moncloa. Esto no es una opinión, es un hecho objetivo y constatable con la mera consulta de los documentos que acompañan a los Presupuestos Generales del Estado o de las hemerotecas. Cinco años - cinco- de engaño tras engaño hasta la mentira final que hemos conocido esta semana. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, viajaba hasta Almería para dar, supuestamente, buenas noticias. Sin embargo, lo que nos trajo fue un puntapié en las inversiones para el Corredor Mediterráneo y nuevas excusas para comprar nuestro silencio durante este año y el próximo en los que tampoco habrá obras, según anunció.

Dos días después, conocíamos los Presupuestos Generales del Estado y descubríamos que son con muchísima diferencia los peores de la historia, al consignar poco más de 35 millones de euros en inversiones reales. De esta manera se certificaba lo obvio: que habíamos vuelto a ser engañados de manera impune por el Partido Popular y, en esta ocasión, con alevosía y crueldad.

De hecho, los presupuestos para 2017 no atienden a ni una sola de las necesidades que tenemos en materias como el ferrocarril, así como en otras muchas infraestructuras que necesita nuestra tierra, como son las ligadas al abastecimiento de agua para el consumo humano o para riego, o aquellas que tienen que ver con las infraestructuras eléctricas que permitirían impulsar el desarrollo industrial que necesita Almería y, de paso, generar muchos puestos de trabajo. Que de eso se trata. Tanto embuste y tanta saña del Gobierno de Rajoy con Almería no se comprenden. No se entiende que el PP haya montado una mentira sobre otra mentira, como ha pasado con el tramo de AVE entre Pulpí y Cuevas, adjudicado de mala manera y jalonado de excusas como las de la tortuga, para no contar la verdad: que esa obra no se iba a hacer nunca. Los engaños han sido tan desproporcionados en cada una de las actuaciones que necesitan una urgente atención por parte del Gobierno, que el diputado por Almería y portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, no ha tenido más remedio que pedir perdón por todas las mentiras que ha contado, que han sido muchas. Sin embargo, ¿con disculparse queda todo zanjado o lo que tendría que hacer es irse a su casa junto con sus compañeros de correrías en Almería?

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