Planes de empleo

El desempleo es el eterno problema no resuelto de la España moderna. Todos se disponen a combatir la lacra

Si queremos acabar con el paro proponemos en primer lugar, y ante todo, crear empleo". Así opinaba el actual Presidente del Gobierno cuando, en 2011, el de su antecesor se dirigía ya hacia el ocaso. El desempleo es el eterno problema no resuelto de la moderna España. Se entiende, pues, que todo dirigente político se declaré dispuesto a combatir la lacra. Con la misma decisión que la frase con la que inicio el artículo. Este mes, tras mucho anunciarse, es Andalucía en colaboración con los Ayuntamientos la que se propone en primer lugar, y ante todo, crear empleo. Se trata de planes que, más o menos, se repiten desde hace tres años. Reconocen que se derivan de la aprobación e implantación a en toda España del Sistema Nacional de Garantía Juvenil. No es muy tranquilizador. Justo este mes, la Comisión Europea alertaba del fracaso de ese programa. El 90% de sus potenciales destinatarios ni siquiera se inscribieron y el 63% de los beneficiarios están, otra vez, en paro.

Pero, centrándonos en los andaluces sirvan como ejemplo las contrataciones previstas en Almería capital. Son 290 personas entre menores y mayores de 30 años. Desde dos vigilantes de Seguridad ¿No hay una contrata de vigilancia, ya? a una modista; de un técnico en plaguicidas a trece licenciados en Derecho. ¿Acabaran, todoterreno ellos, haciendo de auxiliar administrativo en trabajos que deban inventarse los funcionarios que por allí estén? Estos planes repiten el esquema de contratación directa por Ayuntamientos cuando se ha demostrado fehacientemente la nula efectividad de estas políticas para reinsertar desempleados en el mercado laboral. Sorprende, pues, la insistencia en continuar por ese camino.

Estos planes dejan, a su vez, una bolsa de agraviados. ¿Por qué a ese podador forestal y no a otro? O siguiendo con la modista ¿Qué hará cuando termine el contrato? ¿Tiene este la duración suficiente para que pueda pedir el paro? Al final todo se reduce a eso. Un sueldo durante unos meses, un reunir días para pedir el paro, un volver al círculo del desempleo. Las políticas activas de empleo deben ser otra cosa. Responder a preguntas como si facilitan el ingreso de los jóvenes en el mercado laboral, diseñan mecanismos de readaptación profesional de los excluidos o favorecen el retorno de los desempleados de larga duración. Si no es así, mejor invertir los fondos en otros planes.

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