COMO dijo aquella concursante de un programa de preguntas y respuestas, "me voy a arriesgar". O sea, que nos vamos a arriesgar a tratar un tema que, a pesar de tener menos de una semana de vida, está más manido que la participación de Piqué en la Selección. Se trata de un ejemplo de bellaquería en el que su autor, en vez de quedarse callado y silbando para disimular, emprende una campaña contra media humanidad. Nos referimos al ciudadano Espinar que, al ser pillado in fraganti en un desliz que él mismo ha criticado airadamente en otras personas, ha arremetido contra todo lo que se menea. Por si alguien no está al loro, recordemos que el senador Espinar se levantó una plusvalía del 25 % en pocos días al revender un piso protegido que, además, le había adjudicado a dedo una cooperativa del sindicato de su padre (CCOO).

Pues bien, como la noticia ha aparecido en plena campaña interna de su partido -Podemos- para hacerse con la Secretaría General de Madrid, el señorito Ramón ha culpado, no de haber obtenido 30.000 pavos brutos por el morro, sino de que haya salido la noticia: a) a una ofensiva del poder económico que, al parecer, debe temer a Espinar más que a Stalin; b) a la presidente de la Comunidad de Madrid, que para eso es de la casta; c) al resto de la casta -Psoe, PP, Ciudadanos…- porque, como dice Iglesias, quieren impedir que "alcancen el cielo"; d) a los de la candidatura opuesta de su propio partido, los temibles errejonistas, que encabezados por Rita Maestre quieren impedirle alcanzar el sillón; y e) por supuesto a Cebrián, que ha lanzado a sus mediáticos perros de presa para darle otro viaje a Iglesias, que es el objetivo final de todo ataque a Podemos, según afirma el propio Pablo.

Lo sensato habría sido quitarse de en medio lo más discretamente posible a ver si pasaba el chaparrón. Y si no pasaba, dimitir. O al menos disculparse; ya que dimitir sería una entelequia en este país. Pero, ca, primero intentó la vieja táctica de sostenella y no enmendalla, diciendo que todo ha sido legal y legítimo. Como no ha colado, está empleando la de que la mejor defensa es un buen ataque. Claro que, está por ver que estos ataques que hemos resumido arriba y los que se le puedan ocurrir, funcionen antes de que lo echen (porque irse no se va a ir).

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