La Buhardilla

Manuel Lucas Matheu

Sexualidad cibernética

QUE duda cabe que las nuevas tecnologías tienen un impacto importante en la sexualidad humana. Y como ocurre con casi todo, esta influencia ofrece dos caras. Por una parte, está lo positivo, como la globalización cibernética, que permite un gran mestizaje cultural y sexual, y que permite conectar con facilidad con cualquier persona en el mundo. También permite a parejas, que por razones de trabajo, o personales, han de viajar por tiempo a otros lugares, seguir comunicadas, e incluso realizar juegos sexuales. Las nuevas formas de comunicación son también una oportunidad para los "menos capacitados" para ligar en el mundo real. Por otro lado propicia el aumento y la democratización de la accesibilidad a información sexual. Y también ofrece importantes instrumentos para aumentar la accesibilidad a la formación sexológica. Así como la posibilidad de aumentar la accesibilidad a las terapias sexuales. Pero por otra parte, está lo negativo, como la progresión de una nueva soledad: la soledad electrónica. Un aumento de la claustrofilia, con el acompañamiento exclusivo de una pantalla de ordenador o de smartphone. Hay personas que se encierran en ello, y renuncian al ágora, encerrándose en la comodidad de su rincón cibernético. Y esto puede producir problemas psicológicos y pérdida de habilidades sociales. Un estudio realizado por la revista Shape y Men's Fitness, y en el que participaron 1200 hombres y mujeres, reveló que estas nuevas tecnologías son ampliamente utilizadas para "ligar". SMS, Facebook, etc, son instrumentos útiles para el 80% de las mujeres y para 60% de los hombres. Claro que también se utilizan estos medios para entrometerse en la intimidad del otro. El 72% de las mujeres curiosea el Facebook de las ex-parejas de su nuevo novio. Y además la obsesión con estos medios puede ser tal que incluso interfieren las relaciones en vivo. Nuevos tiempos, nuevas maneras de ligar. Pero no es oro todo lo que reluce. En el cibersexo se sustituye el sexo en vivo, de forma que los participantes intentan que la experiencia sea lo más verosímil posible, aunque también se puede considerar un tipo de juego de papeles, que permite a los participantes experimentar sensaciones diferentes y experimentar juegos sexuales, que no intentarían en la vida real. Pero sobre todo, la amputación de los campos sensoriales, en detrimento de uno de los aspectos fundamentales de la sexualidad: el contacto corporal y la satisfacción de la sed de piel, que tan intensa es en el ser humano.

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