Re reojo

José María Requena Abogado

Talante, talento y bomberos

HE seguido los procesos electorales en Galicia y País Vasco, que culminan hoy, con la renovada sensación de que a los políticos en general les falta algo de talante y mucho talento. Siempre hay excepciones, claro, pero pocas. Una de ellas fue aquel sueco, Olof Palme, a quien hace tres lustros, por estas fechas, le descerrajaron algún balazo artero cuando al salir del Cine con su esposa se dirigía al Metro. A pesar de ostentar dignidad de Primer Ministro, tenía la debilidad de sentirse un vecino más al que le gustaba tomar el Metro para volver a casa. A nuestros gobernantes no es fácil verlos ni en el Metro ni en el Cine. Ni siquiera imaginarlos de vecinos. Será por el clima hostil que pulula en las calles. Aunque en Suecia lo climático sea inhóspito, el talante de la política sureña parece aún más agresivo. También con excepciones, cómo no. Pero en fin uno tiene la impresión de que cuando se unen talante y talento las cosas se ven diferentes. Al término de la Revolución de los Claveles que acabó con la dictadura de Salazar, cuando Olof Palme felicitó a Saraiva de Carvalho, éste le anunció "Ahora que hemos ganado los socialistas, en Portugal vamos a acabar con los ricos". Y un atento Palme le contestó con buen talante: "Es curioso, los socialistas en Suecia lo que llevamos años es tratando de acabar pero con los pobres".

No es solo una frase. Es un referente de lucidez, de equilibrio político, social y personal, una comprensión del mundo que querría poder pregonar de cualquier gobernante. Social demócrata o no. Acaso por ese referente, me gustan los Presidentes que van al Cine. Y los que se suben al Metro a riesgo de que les descerrajen algún tiro. De algo hay que morir.

Solo cuando se aúnan talante y talento, aparece un líder. Y cuando no, lo que prima es la mentalidad del bombero, del actuar sobre lo que arde, ya sea importante o no. En la escena política vemos a diario a unos encendiendo fuegos y a otros apagándolos. Pero la faena de fondo, siempre pendiente. Legislar a golpe de primeras páginas y con los Juzgados atascados. Empeñar los recursos públicos en obras paliativas de seis meses.

Seguir aferrados a la cultura de la subvención, relegando inversiones en infraestructuras e investigación. Sin talante ni talento gane quien gane una elección, la sociedad siempre pierde. Aquel Presidente Palme tras su primera derrota electoral, declaró: "Es un día feliz en mi vida porque tendré una experiencia que nunca he tenido: ser el líder de la oposición". Hoy se celebran las elecciones gallegas y vascas. Y conociendo a los candidatos, no puedo imaginar a los que no ganen, diciendo mañana algo parecido. A mi pesar, no puedo.

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