UNA vez terminada la Liga, los esfuerzos de la UD Almería pasan por consolidar el equipo para la próxima temporada.

Éste el el principal objetivo del presidente Alfonso García, que desde hace semanas está realizando ese trabajo en la sombra, el de buscar nuevos fichajes y el de cerrar los contratos con los jugadores de la actual plantilla para tener de cara a la próxima temporada un conjunto homogéneo y compacto para mantenerse en Primera División durante muchos años.

El problema que se plantea durante este periodo es el de los intermediarios y equipos terceros. Un buen ejemplo vale más que 1.000 palabras. El caso de Álvaro Negredo: el jugador, al parecer, tiene ofertas de varios conjuntos de Primera División como el Sevilla o el Atlético de Madrid, e incluso de la Premier inglesa.

Sea cierto o no, lo importante es valorar el rendimiento del jugador durante toda la temporada y pujar por él bien para mantenerlo en las filas de la UD Almería o venderlo para que rinda en otros clubes y que de esta forma el conjunto almeriense haga negocio con la operación.

Bruno o Mané se encuentran en una situación similar. La dicotomía que ante estos casos se le plantea a la directiva no es fácil de resolver.

Hacer caja o consolidar al conjunto y convertirse en un equipo afianzado en Primera División. En estos casos es siempre conveniente reflexionar y apostar por la opción que beneficie a la mayoría que en este caso son los socios y aficionados de la UD Almería. De esta forma, ganamos todos.