Corazón celeste

José Mª Martín Fdez.

Veloso y la historia del Poli

LA semana pasada, al oír hablar de Antonio Veloso, me vinieron a la memoria recuerdos de una tarde primaveral de hace casi dos décadas en el viejo Estadio de Santo Domingo, que poco tenía que ver con el actual. El terreno de juego era de albero, las gradas de cemento y solo ocupaban el lateral de poniente y una parte del fondo norte.

El marcador era manual y cada vez que se marcaba un gol había que subir unas escaleras para cambiar la tablilla. Sin duda, eran otros tiempos.

Aquella tarde y en aquel campo de fútbol disputaba el Poli el partido más importante de su historia hasta ese momento. Se enfrentaba al filial del Cádiz en la liguilla de ascenso a Segunda B.

El entrenador del equipo celeste era Juan Manuel Tartilán y en el equipo había nombres ilustres del fútbol ejidense, como Polo, Manolillo, Robert o Cantarutti. El "9" del Poli aquella tarde era Antonio Veloso, un delantero espigado que, aunque no se distinguía por la calidad con el balón en los pies, gozaba de un olfato de gol indiscutible.

Precisamente fue Veloso quien, en una jugada inesperada dentro del área rival, y de una forma poco ortodoxa, logró batir la portería gaditana.

Este gol supuso el triunfo para el Poli Ejido y más de la mitad del ascenso a la categoría de bronce, que se conseguiría en Cuenca a los pocos días.

La semana pasada me enteré de que Antonio Veloso había fallecido como consecuencia de una larga enfermedad. Sin embargo, él, al igual que otros tantos hombres que han forjado la historia del Poli Ejido, vivirá por siempre en la memoria de todos los corazones celestes.

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