La tapia con sifón

Vino y mujeres

Virginia Bosquet dirige la bodega que fundó hace años su padre, Gabriel, y elabora una gama impresionante

Podría haber sido más explícito y titular "Viva el vino y las mujeres", pero me hubieran tildado de machista trasnochado, y los herederos de Manolo Escobar de plagiario. En realidad de lo que voy a escribir es de la pasión de unas mujeres por el vino… ¡vaya!, también se podría entender que alabo y fomento el alcoholismo. Así que, vamos al grano: el martes pasado organizó el Instituto de Estudios Almerienses una de sus tardes en la plaza de Julio Alfredo Egea, con la presentación tres vinos almerienses elaborados por sendas mujeres, también almerienses, jóvenes, enólogas tituladas y apasionadas por su trabajo. Por el vino. Cristina Calvache, Rosa Pascual y Virginia Bosquet, de la Bodega de Alboloduy, Envinados y Cepa Bosquet, respectivamente.

Cristina presentó su "Blanco Colección" de uva jaén, una variedad que era abundante, usada para los viejos claretes de baja estofa que se hicieron durante décadas en la zona. Se cultivaba por su alta producción de kilos y grados, pero casi nadie daba un duro por ella para hacer vinos de calidad. Con mimo, arte y técnica depurada, Cristina ha conseguido un vino joven, fino y frutal, ligero gracias a una acidez equilibrada y agradable de beber.

"Está por venir" es un tinto joven de uva tempranillo, una novedad absoluta en una zona -Vélez Rubio- donde nunca hubo vino. Paco Palomillo e Inés Asensio plantaron sus viñas hace cuatro años y la elaboración corre a cargo de la asesoría Envinados que dirige Rosa Pascual. Sorprende la calidad lograda con unas uvas tan jóvenes. Rosa dirige también otras bodegas como la de Juan Palomar -Veleta- en Ugíjar.

Virginia Bosquet dirige la bodega que fundó hace años su padre, Gabriel, y elabora una gama impresionante, tanto por la calidad como por la variedad. El vino presentado fue el "Sirah barrica 2015", premiado con Oro en Bruselas, como se contó en esta columna hace poco. Es una gozada, desde la vista hasta el largo posgusto que invita a repetir. Cristina también ha obtenido en su trayectoria profesional -larga para lo joven que es- varios premios nacionales. Y los vinos de Rosa estoy seguro de que darán que hablar muy pronto. Repito que me quedo sobre todo con la pasión con la que trabajan las tres y que son capaces de transmitir también hablando de sus vinos. Esto es un salto de calidad del vino almeriense. Con futuro.

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