Para que los ayuntamientos puedan realizar la labor que se espera de ellos es necesario que reciban una financiación adecuada. Esta afirmación, que es de Perogrullo, no parece que la entienda demasiado bien el PP, a la vista de lo que ocurre cuando gobierna. El mecanismo por el que los ayuntamientos participan en los impuestos que recauda el Estado -lo que se conoce como PIE- supone, para multitud de ayuntamientos, más un quebradero de cabeza que una ayuda real. Estas cantidades se reparten cada año en base a las estimaciones que realiza el Ministerio de Hacienda, de modo que, al año siguiente, si resulta que los cálculos han sido erróneos, se les exige a los ayuntamientos que devuelvan lo cobrado de más. El año pasado, sin ir más lejos, el Gobierno les reclamó a los ayuntamientos de la provincia más de cuatro millones de euros. Esto genera un problema doble: por un lado, los ayuntamientos no pueden prever sus ingresos y, por otro, la mayoría de los años se ven obligados a devolver un dinero que ya se han gastado.

Frente a este modelo de financiación, está el que aplica la Junta de Andalucía, a través de la Participación en los Tributos de la Comunidad Autónoma, la PATRICA, que este año va a suponer el ingreso en las arcas de nuestros ayuntamientos de más de 48,2 millones de euros. Esta financiación no sólo está claramente regulada por la ley en base a criterios muy claros, sino que además se ha mantenido estable durante los años de la crisis, a pesar de todos los impedimentos que ha puesto el Gobierno central.

Andalucía ha sido, durante estos años, la comunidad autónoma que más financiación incondicionada ha destinado a sus ayuntamientos, con 56 euros por habitante, frente a los 41 euros de Galicia, los 3 euros de Castilla y León o los cero que ha invertido la Comunidad Valenciana. Y se ha hecho a pesar de que el Gobierno central obligó a Andalucía a ajustar el déficit en 4.000 millones de euros, dejó de invertir en nuestra comunidad 2.500 millones que nos correspondían por nuestro peso poblacional y nos quitó otros 4.156 de financiación que deberíamos de haber recibido. Si hay una administración que puede presumir de estar apoyando a los ayuntamientos contra viento y marea es la Junta de Andalucía. Y no es casualidad: los socialistas creemos en los ayuntamientos, mientras que otros tratan de matarlos por inanición.