La burocratización mata al ser humano

Donde más encuentro protocolos que asumir es, sospecho, en mis tareas en el trabajo

Al comenzar el Año Nuevo, parece obligatorio hacerlo con algún deseo que ocupe un lugar importante en nuestro novedoso talante. Yo quiero vencer a la burocracia que mata los arrestos de humanidad que aún se rebelan contra la tiranía de los procesos despersonalizados. No me quiero cargar los protocolos: sólo me cago en algunos de ellos. Soy de esas personas que son plenamente conscientes de que hay cuestiones que, pareciendo complicadas, se terminan por vivir de forma rutinaria si las incorporas a tu vida después de un proceso de entrenamiento. Me refiero, por ejemplo, al aseo de la mañana justo después de levantarte; o a caminar por un margen imaginario (el derecho) cuando te cruzas por la calle en vía estrecha con otras personas que caminan en sentido contrario. Incorporar procesos a nuestra vida es complicado: te obliga a uniformizarte en tus usos con tu entorno, lo cual sólo estarás dispuesto a hacerlo si ves las ventajas que te reportará. Donde más encuentro protocolos que asumir es, sospecho que como todo hijo de vecino, en mis tareas en el trabajo: impresos que han de rellenarse para solicitar acciones, documentos que has de cumplimentar para justificar tareas realizadas, etc. Cualquiera de ustedes me dirá: "pues lógico, ¿de qué te quejas?" Pues me quejo, sobre todo, de los sinvergüenzas que nos preceden y que han vivido del cuento (y no precisamente del de los Hermanos Green, que no eran nada ágrafos). Es algo así como el castigo divino eterno al original pecado de Adán y Eva en El Paraíso Terrenal. La transparencia y el control son esenciales, pero si una empresa, pongamos el ejemplo, financia una actividad en la Universidad de modo que transfiere una cantidad de dinero para que nosotros paguemos a una conferenciante, ¿por qué tenemos que entregar los organizadores de la actividad la factura de hotel (organizador distinto del financiador) para justificar que aquella actividad realmente se hizo? Ni es razonable el proceso ni puede estar éste en manos de quien se le paga por estudiar y no por resolver procesos administrativos.

¿La objetividad de las máquinas ha de controlar los procesos? Ejemplo: un retrete que no funciona te exige que inicies un proceso informático: notifica para su reparación. Pero, ¿sabes que con un "Averiado" bien grande en la puerta, se verificó el proceso? Me voy corriendo que me han entrado ganas de ir a…, ¡joder con la avería!

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