LA Academia Americana de Pediatría publicó el pasado mes de Julio una serie de recomendaciones sobre el manejo del colesterol elevado en los niños. En él se indica que hay que determinarles colesterol, triglicéridos, cHDL (bueno) y cLDL (malo), hacer hincapié en la dieta a seguir, recomendar ingesta de fibra y promover la actividad física. En cuanto al tratamiento, recomiendan estatinas a partir de los ocho años de edad.

Sin duda alguna estas recomendaciones han causado revuelo en el mundo científico. Las estatinas son fármacos estudiados ampliamente en adultos, pero en los niños los estudios realizados son más limitados, y no se conocen resultados de seguimiento a largo plazo, aunque a corto plazo demuestran ser tan seguras como en los adultos.

La Academia Americana justifica estas recomendaciones basándose en que la arteriosclerosis es una enfermedad que comienza justo el día que nacemos y en que los tratamientos precoces evitan o retrasan la aparición de episodios cardiovasculares y viene apoyada por el enorme incremento de la obesidad, que en los Estados Unidos roza la clasificación de epidemia pues en los últimos 25 años la prevalencia pediátrica se ha triplicado. En España no andamos muy lejos de esas cifras pues según el Ministerio de Sanidad y Consumo la prevalencia de obesidad infantil en 2006 fue del 16% mientras que en 1990 era solo del 5%.

Ante esto, parecen oportunas estas recomendaciones dictadas por la Academia Americana de Pediatría, mas no debemos alarmar a la población y mucho menos pensar que a partir de ahora, a cualquier niño que tenga el colesterol elevado hay que ponerle un tratamiento con estatinas, con la excepción de los afectados de hipercolesterolemia familiar, tratamiento por otro lado que deberá realizar durante toda su vida.

Un colesterol LDL elevado aisladamente representa uno de los muchos factores de riesgo presentes en un estilo de vida poco saludable, hay que luchar con la forma indiscriminada de comer, con la falta de ejercicio físico, con la lucha contra el tabaquismo y alcohol y evitar promocionar la comida basura. El 12% de los niños españoles ve diariamente mas de tres horas de televisión y según informa el Plan Nacional de Drogas de 2006, la prevalencia de alcohol en fines de semana alcanza el 65% y casi un 40% afirman haberse emborrachado en los últimos 30 días.

Las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría han dado un toque de atención y su mensaje no debe ir dirigido sólo a los médicos, sino a los adultos que son los responsables del mundo en el que viven los niños.