La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

¿Es compatible Susana? (I)

Su propósito de ser la líder del PSOE y, a la vez, presidenta de Andalucía es firme y decidido, pero falto de razón

Estamos a un rato de que la noticia más anunciada y aplazada sea al fin noticia y a cinco minutos de que el hombre más perjudicado por ella reaccione como suele cada vez que se enfrenta a la adversidad. Susana Díaz proclama mañana su candidatura a las primarias socialistas y Pedro Sánchez planea denunciar la maquinación de la gestora del PSOE para que él las pierda. Con la financiación como pretexto.

Vayamos a Susana. Llega tarde a la cita, pero como si no llegara tarde, porque siempre ha estado ahí. Y llega arropada por la artillería pesada. Todos los secretarios generales del PSOE contemporáneo, excepto Almunia, y todos los presidentes autonómicos del partido, excepto la de Baleares. Ningún otro candidato real o imaginable sería capaz de unir en su apoyo explícito al líder Zapatero y a quien le disputó la secretaría general (Bono), y al líder Rubalcaba y a su oponente derrotada (Chacón). Más aún: nadie lograría sentar juntos en un acto de partido a Felipe González y Alfonso Guerra. Sólo ella.

Eso no quiere decir que la campaña de Susana Díaz vaya a ser un paseo ni que ganará con la gorra. En la segunda quincena de mayo no votarán sólo la vieja guardia, los barones, caciques locales y alcaldes. Podrán votar los 180.000 militantes que estén al día en el pago de la cuota. Cada uno, hijo de su padre y de su madre, y muchos de ellos, educados en la aversión frontal a la derecha, desconcertados por la crisis del partido, sensibles al frentepopulismo que predica Pedro Sánchez y molestos, cuando no indignados, por la forma en que éste fue defenestrado por los que ahora aúpan a Susana. Cada uno elegirá la papeleta en secreto, sin intermediarios ni delegados, con plena soberanía individual. A solas con su conciencia y su real gana.

¿Qué pasaría si, finalmente, Susana Díaz se impone a Pedro Sánchez y, por supuesto, al anecdótico Patxi López? Según ella, nada extraño. A corto plazo designará a su sustituto como secretaria general del PSOE andaluz (Francisco Reyes, Juan Cornejo, Verónica Pérez o alguien por el estilo), a refrendar cumpliendo el formalismo correspondiente, y continuará como presidenta de la Junta de Andalucía hasta que le convenga arbitrar la sucesión.

Su propósito de compatibilizar el liderazgo del Partido Socialista con la Presidencia de la Comunidad Autónoma Andaluza es completamente firme, permanente e inamovible. Y también está falto de razón.

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