Son días de despedida en el Grupo Municipal del Partido Popular y en el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Almería. Sólo se va una persona, pero, por su capacidad de trabajo, su experiencia, su bondad y, en definitiva, por lo que representa para todos nosotros, dejará el hueco equivalente a muchas.

El PP ha decidido que José Luis Aguilar deje el Ayuntamiento para centrarse en su nueva labor de parlamentario andaluz tras veinticinco años de experiencia en la administración municipal, donde ha sentado cátedra. José Luis ha sido concejal, diputado provincial y una personalidad de referencia durante ese cuarto de siglo en la política almeriense.

Desde el Grupo Municipal del Partido Popular queremos, a través de estas líneas, rendir nuestro particular, humilde y modesto homenaje a un gran político, pero, sobre todo, a una mejor persona. Al margen de los comentarios maledicentes y malintencionados, José Luis ha dado un ejemplo de lo que es la política como servicio al ciudadano. Frente a comportamientos interesados, oportunistas, egoístas y personalistas de quienes son capaces de vender su alma por un cargo y un ínfimo pedazo de cuota de poder, José Luis, como disciplinado militante del PP, se marcha donde su partido considera que puede prestar un mejor servicio al Partido Popular, pero, sobre todo, a los almerienses.

Decirlo es fácil, hacerlo es mucho más complicado. Y, probablemente, esta tarea esté reservada únicamente a superclases de la política, a quienes, dando ejemplo de cordura, sabiduría, generosidad y entrega a los demás, anteponen los intereses generales a los personales.

Maestro y amigo de sus amigos, de José Luis hemos aprendido, entre otras muchas cosas, valores tan fundamentales como la tolerancia, la lealtad, la capacidad de sacrificio y de trabajo, la gestión, el respeto a las opiniones y posiciones contrarias y la capacidad de buscar, a través del diálogo, las coincidencias por encima de las diferencias. Apreciado incluso entre sus adversarios políticos, hoy somos muchos los que podemos decir que Aguilar ha sido lo más parecido a un padre político -que no un suegro- para todos nosotros. José Luis, gracias por todo y que te vaya muy bonito en tu vuelta al Parlamento.