La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El espíritu dickensiano vive

Es hermoso que lo sucedido hace 2016 años siga inspirando hoy textos tan emocionantes como el de Dickens hace 165

E style="text-transform:uppercase">L día que murió Dickens, el 9 de junio de 1870, caminando por Drury Lane, el crítico y poeta Theodore Watts-Dunton oyó decir a una joven verdulera que empujaba un carro hacia el cercano mercado de Covent Garden: "¿Dickens ha muerto? Entonces, ¿morirá también el espíritu de la Navidad?". Así recibió el más sencillo pueblo inglés el legado del grandísimo escritor -el príncipe de las letras inglesas si no hubiera existido Shakespeare, según el exigente crítico Harold Bloom- y, con él, millones de lectores de todo el mundo. Dickens inventó la Navidad cristiana y sentimental que afortunadamente muchos seguimos viviendo y sobre la que, también afortunadamente, se siguen escribiendo grandes textos que manan de la inagotable fuente dickensiana. El ácido Truman Capote escribió dos de los más emocionantes -"Una Navidad" y "Un recuerdo de Navidad"-, el prodigioso final de "Los muertos" de Joyce está inspirado en la prosa navideña del gigante victoriano, el posmoderno Auster nos regaló su conmovedor "Cuento de Navidad de Auggie Wren"… Y así hasta hoy.

Un antiguo alumno, Andrés González-Barba, hoy periodista de "ABC", ha tenido la amabilidad de enviarme su libro "La noche de Lear y otros cuentos navideños" (Alfar), dickensiana creación que entremeto estos días en mi anual relectura de Dickens (este año le toca a "David Copperfield", la novela que más amó de entre las suyas). E Ignacio Camacho -vaya por Dios con la competencia- nos ha regalado, el pasado día 23, el que tal vez sea el mejor de los artículos navideños que cada año nos obsequia: "Noche de paz". Su último párrafo -el que se inicia "Vívela, tú que aún la tienes. Siéntela. Por ti y por ellos, que querían vivirla y ya no pueden hacerlo..."- nada tiene que envidiar al que para mí es el mejor artículo de Navidad de todos los tiempos, "Lo que significa la Navidad conforme vamos envejeciendo", que Dickens publicó en 1851.

Es hermoso que lo sucedido hace 2016 años siga inspirando hoy en la prensa textos tan emocionantes 165 años después que Dickens publicara el suyo, cuyo final les regalo: "Precisamente ese día (…) traeremos a nuestro lado a las personas que quisimos. ¡Ciudad de los Muertos, en el nombre bendito en torno al que nos reunimos en esta fecha, y ante la divina presencia que nos acompaña según Su palabra, recibiremos, en lugar de ahuyentar, a quienes amamos y ahora son tus habitantes!".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios