La buhardilla

Manuel Lucas Matheu

Los fluidos del deseo

CUANDO algo nos gusta mucho, decimos que se nos "hace la boca agua". Y cuando es mucho, mucho, decimos que se nos "cae la baba". En ambos casos, de forma más o menos intensa, son las glándulas salivares, las que, con su secreción intensa, nos inundan la boca. Algo parecido le pasa a la vagina, cuando su dueña siente deseos sexuales. Se llena de líquidos, y a veces se inunda. Pero la vagina no tiene glándulas salivares. Y las glándulas que tiene la vagina, como las de Bartolino, apenas producen dos o tres gotitas de secreción. Entonces ¿Cuál es el secreto? ¿Qué sabemos sobre estos cambios de "clima", que ocurren dentro de la vagina? ¿Y sobre la naturaleza de los fluidos que la inundan y la hacen acogedora?

Alguien ha descrito la vagina como un pene interno. Por cierto, ¿por qué no ha descrito nadie al pene como una vagina vuelta al revés y hacia afuera? Sea como sea, las similitudes son más de las que solemos creer. Ambos personajes, funcionan con un importante aporte de sangre, que los empapa y que a uno lo pone rígido y erecto, y a otra la llena de líquidos. Y ambos personajes atienden las órdenes del sistema nervioso autónomo. Y eso hace que la lubricación vaginal sea difícilmente controlable por su dueña, porque no atiende a las órdenes racionales de la mujer, sino a sus sensaciones y sentimientos.

La lubricación vaginal es un fenómeno único en la fisiología humana. En circunstancias favorables entre diez y treinta segundos son suficientes para que haya una humedad suficiente. Es frecuente la creencia errónea de que toda esta humedad, es fruto de secreciones vaginales. Parece ser que la mayor parte de esa humedad se produce por un transudado de plasma a través de las paredes vaginales, ayudado por la vasocongestión circundante y la permeabilidad de dichas paredes, incrementada por la acción de los estrógenos. Por eso cuando en la menopausia, los estrógenos bajan, se resiente la lubricación vaginal. Todo esto es un poco técnico, pero es necesario para explicar algunos de los maravillosos y complicados entresijos, que vamos conociendo, de la "cueva" más deseada del mundo.

Si no se moja, puede que exista un problema, y casi siempre solucionable. A no ser que el problema sea que lo que tenga enfrente, la dueña de la vagina, no sea en absoluto de su gusto. Entonces ese problema, simplemente no tiene remedio. Pero en otras ocasiones si lo puede tener. De eso hablaremos otro día.

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