Días rojos

Manuel Cuesta

Algunos hombres buenos

NO siempre el hombre tiene la culpa. Hay papás que asumen el divorcio y viven ese exilio equidistante que lo separa de los hijos No hay grandes dramas o no hay más drama que la propia separación. El matrimonio se separa porque el amor se evaporó o cayó por el desagüe. Esos papás cumplen, aman a sus hijos, pasan la pensión, acuden puntuales a la salida del colegio los fines de semana alternos, van con la madre a la tutoría escolar, se implican y sueñan con la custodia compartida. Papás que aprietan la mano de sus hijos en el cine el sábado cuando el héroe salva a la princesa. O la princesa salva al héroe. El mundo se derrumba el domingo por la tarde cuando dejan a los hijos en casa de la madre y la soledad se abre como una flor. Papás conscientes de la delicadeza de la vida que engendraron y que merecen esa custodia compartida, igual que los hijos merecen el amor de un padre y una madre.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios