Esplendor en la hierba

Juanjo / García

La humilde ambición del Almería

PARECÍAN dos conceptos incompatibles o antagónicos, pero en la UD. Almería se convierten en una gran y destacada virtud. Su principal virtud.

La "humildad" es una cualidad humana, que atribuida a un comportamiento, implica tener consciencia de las propias limitaciones en la relación con los demás. Puede ser un mecanismo de autodefensa para no incurrir en la relajación que haga que se olviden los objetivos de la temporada.

El concepto de "ambición" tiene más acepciones, algunas incluso peyorativas, pero seguramente la más certera es la que hace referencia a la legítima idea de prosperar.

Conjugados ambos conceptos, tendremos una de las célebres frases de Unai Emery: "Soy un entrenador respetuoso, humilde, ambicioso y con un nivel de exigencia altísimo". Esta expresión que he rescatado deliberadamente del diario "Noticias de Gipuzkoa" del 21 de mayo de 2007, está incluida en un párrafo en el que Unai, justo después del ascenso, así se definía como entrenador a la pregunta del periodista: "Procuro ser un entrenador respetuoso con todos, humilde y también ambicioso. En conceptos de juego, no voy a decir si soy ofensivo o defensivo. Creo en la globalidad del fútbol, todos los caminos son buenos y yo elijo uno en base a lo que creo que es mejor. No me gusta jugar en función del rival. Me gusta crear una identidad, aunque conociendo al contrario, claro. El objetivo es el gol y cumplir la responsabilidad de que el público se divierta, pero la meta final es ganar; de eso no hay duda".

Desde que el míster del Almería realizara estas declaraciones, incluso dentro de cierto grado de euforia colectiva por la consecución del ascenso, ha transcurrido justamente hoy un año y cinco días, y lo más sorprendente de todo, lo que en este artículo estoy procurando poner en todo su valor es que Unai Emery, que el juego, que el estilo, que la personalidad, que la impronta de este equipo, del Almería, no ha variado ni un ápice, ni un milímetro, ni siquiera cuando ha jugado en los grandes estadios de la primera división española.

Eso tiene mucho valor porque dice de unas convicciones sólidas y de un espíritu deportivo generoso y nada especulativo por el que también se puede llegar al triunfo.

Por eso mismo, partiendo de la "humilde-ambición" y continuando con esa fidelidad imperturbable de Emery y de los jugadores a estos principios futbolísticos por los que se reconoce a esta UD. Almería, cabe esperar, por honradez, profesionalidad e ilusión, absolutamente todo de este grupo humano en el colofón europeo de este final de liga.

De igual modo que el secreto de la pizza está en la masa. El secreto de este Almería está en su vestuario, en su grupo humano. Es un equipo. Un equipo fiable.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios