¡Qué miedo!

Trump es en ese sentido, un político diferente, porque, desgraciadamente, cumple sus promesas

Nací en 1949, con la segunda guerra mundial recién terminada. El régimen franquista con muchos años por delante. Años 60, años de esperanza, la revolución sexual, los hippies, el amor y no la guerra, en plena guerra fría entre los dos bloques, movimientos de protesta contra la guerra de Vietnam y contra la invasión de las tropas soviéticas en Checoslovaquía, en la Primavera de Praga. Mayo del 68, contra el orden establecido, durante las revueltas estudiantiles y sindicales que se inician en Francia y se extienden rápidamente por otros países. La misión Apolo XI, lleva por primera vez al ser humano a la Luna y Neil Armstrong fue el primer hombre en pisar la superficie lunar. Mundo agitado, pero nunca como en la segunda guerra mundial, mundo lleno de ilusiones e ideales. Asesinatos de John F. Kennedy, Malcolm X, Martin Luther King y Robert F. Kennedy. Pero no pudieron asesinar sus ideas. Los Beatles, nos sorprendieron con su música para la eternidad. En los años 70, en los que conflicto árabe-israelí y el mercado del petróleo agitado, marcaron la década, pero, sobre todo la caída de las ilusiones de cambiar el mundo se inició y se consolidó en los 80. Aunque en nuestro país, congelado durante el franquismo, fue precisamente cuando las ilusiones afloraron, con la democracia y las libertades. Ahora ya estamos en tiempo, con el resto del mundo. En tiempo de cambios, que, después de un destello de esperanza, con el primer presidente negro en EE.UU., recuerdan de nuevo la llegada de Hitler al poder. Hasta el punto de que el Papa Francisco ha dicho: "Hitler fue votado por su pueblo y después lo destruyó. Ese es el peligro: buscar un salvador que nos devuelva la identidad y defendernos con muros de los otros pueblos". Yo estoy más preocupado que nunca. Porque en la Casablanca hemos tenido de todo, pero nunca a un descerebrado machista, homófobo, racista, cateto rico, mal educado y sobre todo egocéntrico y empoderado en sí mismo. En 2007 publicó su libro: Piensa en grande y patea traseros en los negocios y la vida. Y dicen, que impredecible. Pero desgraciadamente, parece que no. Por lo pronto, después de decir, que les iba a devolver el poder a los ciudadanos, inmediatamente, casi el mismo día, ha vuelto a dejar al descubierto, la salud de los muchos de esos ciudadanos, como había prometido. Desde el minuto, como había prometido, ha comenzado a desconectar a EE.UU. de sus tradicionales aliados. Es en ese sentido, un político diferente, porque, desgraciadamente, cumple sus promesas. Solo hay una que no cumplirá con toda seguridad. Y es la de hacer "grande a América". Hará todo lo contrario, con EE.UU., y con occidente. Malvenido, mister Trump.

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