El naturalismo de Casas

Desde el principio optaron por la vía moderna, enfrentada a la academia y los pompier

Acaban de cumplirse ciento cincuenta años del nacimiento de Ramón Casas, célebre pintor catalán y cabeza del denominado "modernismo". Varias han sido las muestras que han celebrado el aniversario, pero acaso es la que estos días puede verse en Madrid la más notable de todas, sobre todo por contextualizar la obra de Casas en el marco del arte de su época, algo que ayuda a cuestionar viejos clichés y poner ciertas cosas en su sitio. En realidad, ni Casas ni su amigo Rusiñol fueron pintores estrictamente "modernistas", más bien fueron naturalistas durante toda su vida y adalides de la modernidad pictórica catalana. Sucede que, en lo pictórico, muchos artistas del momento en Cataluña fueron etiquetados de modernistas sin serlo, pues el discurso de la historiografía contemporánea ha omitido durante casi cien años al naturalismo europeo en la sucesión de corrientes y vanguardias del cambio de siglo, pese a ser la corriente artística dominante en Europa desde 1880 hasta 1920, por encima del impresionismo, simbolismo, fauvismo o cubismo. Pintores como Sargent, Zorn, Menzel, Boldini, Sorolla o Casas dominaron la escena artística internacional durante ese largo periodo; sus nombres, hasta hoy, rara vez figuraban en las historias generales del arte. Una ola revisionista bastante rigurosa, afortunadamente, está haciendo justicia desde hace un tiempo. Los naturalistas, como los impresionistas, reaccionaron contra el academicismo decimonónico, y formaron parte del pensamiento estético más avanzado en el París de la época, verdadero centro artístico de la Europa del momento. Desde el principio optaron por la vía moderna, enfrentada a la academia y los pompier. Casas y Rusiñol se formaron como pintores en el París de esta época, discípulos del pintor naturalista Carolus Durán, a su vez seguidor de Manet. Casas y Rusiñol se inscribieron en el Salón de los Independientes, lugar al margen de la oficialidad donde los "modernos" presentaban sus creaciones. Nunca se cuestionó la modernidad de ambos en el contexto español de su tiempo, pero los etiquetaron de "modernistas" porque, sencillamente, el naturalismo estaba vetado por los historiadores, silenciado y visto como algo rancio y académico. En realidad, en lo pictórico, el modernismo no existió nunca, fue naturalismo.

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