El rodillo o el trillo, ¿no hay más?

Y está claro que "al espectáculo mediático no interesa que un perdón cierre una herida"

El caso, pareciese, es pasar al contrario por la piedra. Que tengo mayoría absoluta, rodillo. Que no, pues el trillo. La ciudadanía está harta de las personas que siguen haciendo de la política un escenario donde interpretar diferencias que poco tienen que ver con los problemas reales del día a día. Hay poco espacio para la sorpresa; y mucho menos para la alegría. Y es que, ¿por qué la alegría social no va a ser responsabilidad de la clase política cuando la tristeza sí que es cotidiana consecuencia de la vacía pero permanente confrontación ausente de propuesta? En medio de todo esto ha aparecido una ministra que ha pedido perdón por acontecimientos ocurridos hace ya más de un decenio, y la noticia ha quedado completamente deslucida. ¿Acaso es tan normal que se pida perdón desde un Gobierno? ¿Acaso es tan normal que pida perdón un ministro? Pues esto ha ocurrido, al fin, en nuestro país. Cierto es que ha quedado tan tapado por otros acontecimientos desagradables, que pareciese no haber ocurrido nunca. Pero sí, ha ocurrido: preguntemos si no a las familias de los militares fallecidos en el accidente aéreo del Yak-42. ¿Habrá sido un punto en el océano este hecho? En política, es la costumbre, pedir perdón es síntoma de debilidad: curiosa paradoja, pues al mismo tiempo le estamos pidiendo sinceridad a los políticos. Sin embargo, no parece que la imagen de la Ministra de Defensa se haya deteriorado. Más bien, todo lo contrario: ha sido más rentable para ella asumir la responsabilidad de aquellos hechos que haberlos "sustanciado en diferido", dada la distancia en el tiempo y la amortización del ex ministro e inmediato ex embajador. Pero, como digo, resulta curioso el poco tiempo dedicado a la reflexión sobre este hecho. Tan curioso como que no sabemos nada de lo que piensa Maduro de la toma de posesión de Donald Trump. Y no, no es que yo tenga interés en qué es lo que opina un presidente sobre la toma de posesión de otro; en lo que sí que tengo mucho interés es en saber cómo se nos dosifica la información desde las grandes empresas que controlan a los medios de comunicación. Estoy muy interesado en saber cómo la opinión publicada es la que conforma la opinión pública y, por tanto, es por ella que se nos dice qué podemos y qué no podemos pensar. Y está claro que al espectáculo mediático no interesa que un perdón cierre una herida; para el circo, "show must go on!".

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