IMAGINARIO

José Antonio Santano

Al sur de José María Bernáldez

SI tuviera que definir en este preciso instante y con una sola palabra cuál es mi estado de ánimo, ésta sería consternado. La noticia revelada en este periódico por Eduardo Jordá de la muerte del periodista José María Bernáldez ha sido como un jarro de agua helada. José María Bernáldez era un hombre cabal, amén de culto, generoso y amable, como bien dice Jordá.

Tuve la suerte de conocerlo el año pasado en la entrega de premios de la Crítica andaluza celebrada en Sevilla, y hace dos meses escasos coincidí con él en la entrega de dichos premios en Almería.

En la Asociación de Escritores y Críticos literarios de Andalucía Críticos del Sur, la figura de Bernáldez era muy respetada, por ser, además de un magnífico profesional -su trabajo en el programa cultural Al Sur, de Canal Sur TV, deja una huella imborrable-, un apasionado y contumaz lector que, alejado de las modas y círculos del poder cultural expresaba siempre, con independencia y libertad, sus opiniones o pensamientos.

Bernáldez nos ha dejado huérfanos y tristes. Su conocimiento de la actual literatura andaluza en particular, y universal en general, era tal que ya lo hubieran querido para sí alguno de los críticos literarios hoy en boga.

Bernáldez parecía que no era de este tiempo, un cierto halo de romanticismo rodeaba su persona y su manera de ser.

Estoy seguro que a todos sus compañeros de jurado, los que anualmente se daban cita en la localidad de Arcos de la Frontera, les embargará la tristeza, más agobiante si se quiere, por el hecho de su muerte repentina y que como un dardo envenenado nos atravesó el corazón a quienes tuvimos la suerte de escucharlo y sentirlo tan cercano.

Bernáldez poseía un verbo ágil y conocía muy bien la Andalucía profunda, de la que se sentía cerca, hecho constatable por su continua preocupación y compromiso social. Una gran pérdida, sin duda, para la cultura andaluza. Con Al Sur, la televisión pública de Andalucía, en la figura de José María Bernáldez ganó en calidad y honestidad profesional; ahora, con su desaparición perdemos un pilar fundamental para el desarrollo y progreso cultural de los andaluces.

En su última visita a la provincia de Almería -lo sé-, José María Bernáldez se contagió de la luz y los silencios de esta tierra; paseó por sus callejas y plazas y sintió, junto a sus amigos escritores y críticos andaluces, el abrasador fuego de la palabra y la libertad.

Descanse en paz el periodista, hombre, y el siempre amigo José María Bernáldez.

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