EL alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez y el delegado del Gobierno de la Junta en Almería, Manuel Recio, mantuvieron ayer un encuentro, en el que el primer edil le entregaba al responsable autonómico el proyecto de tranvía previsto para la capital. La reunión "cordial y fructífera", a decir de ambos, parece, o así debe entenderse, que forma parte de la nueva línea de colaboración, que tanto el Ayuntamiento como la administración andaluza, han emprendido en esta nueva legislatura y que debe redundar en beneficio de todos los ciudadanos. El estudio municipal se englobará en el estudio informativo que realice la Consejería de Obras Públicas para su próxima adjudicación, de cara a la implantación de este sistema de comunicación entre la capital y los núcleos metropolitanos. La capital y su entorno, principalmente el Poniente hasta Adra; el Levante hasta Níjar y los núcleos urbanos del Bajo Andarax, reúnen en torno al 70% de la población de la provincia. Parece razonable, por tanto, la intención de ambas administraciones de buscar un sistema de transporte rápido, eficaz y limpio que compita con la carretera y que ayude a bajar la saturación del tráfico que se porduce en las horas punta del día en las entradas a la ciudad. El paso que ayer daban los responsables del Ayuntamiento y de la Junta debe entenderse como un reflejo de satisfacer, de verdad, las demandas de los ciudadanos, alejados del enfrentamiento que ha presidido las últimas legislaturas y cercanos a la coherencia que tiene que imperar en la realización de proyectos que beneficien a todos. No parece lo más compresible para los almerienses que la batalla esté planteada en las zancadillas al contrario, en el retraso de los proyectos y en la desunión permanente. No ha sido el camino y, por tanto, no se ha traducido en realidades para esta tierra. La colaboración es básica para avanzar en la consecución de proyectos, en su aprobación y, lo que es más importante, en su traslado del papel a la tierra.