Este verano será diferente

El Gobierno tiene suerte, el calor no permite que transformemos nuestro malestar en acción

La finalización de la campaña agrícola y en los almacenes hortofrutícolas llevará al paro a varios centenares de envasadoras fijas discontinuas. En este aspecto, como siempre. Enla crisis, con la Construcción paralizada, fue este trabajo en femenino lo que sostuvo decenas de hogares. Este año será distinto. Se anuncia un verano del empleo. Otros miembros del hogar accederán a trabajos que completen el ahorro -si existiera- y la prestación por desempleo de estas trabajadoras. Llegado el otoño el camino se invertirá: los que trabajen en verano se irán al paro, y las paradas del verano volverán al empleo.

La pregunta lógica, por tanto, es ¿Qué empleos creará el verano, bajo el mantra de mejor un empleo aunque precario que ninguno? ¿cuánto tiempo repetiremos esta frase? Esto último es difícil de saber, pero nos da una idea la reciente sentencia del Tribunal Supremo: un trabajador encadenó 358 contratos temporales.

La creación de empleo se concentra en actividades con salarios bajos como hostelería y comercio. Hace dos días hubo una previsión reveladora: las rebajas crearán 155.500 empleos (sorprendente lo detallado en una estimación). La mayoría son de comerciales, azafatas - de las que dan a probar productos, no de avión-, atención al cliente o disfrazado de galleta Oreo en el aeropuerto ¿Cuánto gana un comercial y cuantas horas trabaja? Pues eso. Los afortunados serán dependientes o se dedicarán a la logística: entregar paquetes a cuarenta grados. A ellos se unirán unos miles de camareros. Más de millón y medio de trabajadores se dedican a ello con jornadas extenuantes. Aquí un camarero atiende veinte mesas y, si se descuida, las del bar de al lado. Para miles de trabajadores, cualquiera que sea su formación, es su única opción laboral. No extraña que, además sea a tiempo parcial pero con horas extras. No hay indicador más claros sobre la precariedad del mercado laboral español. Lo peor, con todo, es que son empleos en actividades sometidas a condiciones que no dependen de nosotros como la estabilidad de otros países o el cansancio por la masificación. Es verdad que, al tiempo, se crean algunos empleos cualificados mejor pagados. Unidos a la llegada de turistas contribuyen a incrementar desigualdad y precios, que a su vez generan más desigualdad. El Gobierno tiene suerte, el calor no permite que transformemos malestar en acción.

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