Entre butacas

Juan José Lozano

Contra viento y marea

Me van a permitir que este trocito se lo dedique a todos esos actores que trabajan en la calle, a todos los que viajan de pueblo en pueblo montando sus espectáculos en plazas, a todos los que conciben el teatro de calle como la más importante de las variedades de teatro, a los que no concibieron sus espectáculos para salas, a todos los que lo hacen trabajando lo más cerca que pueden.

Admiro su manera de trabajar, el cargar una furgoneta con no muchos bártulos, sólo los imprescindibles para su representación. Lo que más admiro es el amor que sienten por la profesión, el no importarles actuar cuando el sol campa a sus anchas o el viento invaden su espacio. Admiro su valía por no importarles que llueva o truene, por no esperar grandes espacios ni multitud de público.

Ahora tenemos obras especiales para niños de 0 a 3 años, cosa que me parece maravillosa y de un esfuerzo brutal por esos actores y el cuidado que requiere su espectáculo, pero los que ya tenemos una edad podemos recordar que la primera obra de teatro que vimos fue en la calle.

En su mayoría son circenses o titiriteros, pero poco a poco también los bailarines empiezan a sacar sus coreografías a la calle. ¿Por qué no?

Les digo que cuando se encuentren un espectáculo por la calle no huyan, tranquilos, no les van a atacar ni nada por el estilo, simplemente párense un poquito. Pruébenlo, es gratis.

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