Podemos le cede el centro izquierda al PSOE

El triunfo de Iglesias deja al PSOE una amplia capacidad de maniobra para recuperar el electorado de centro izquierda

Como era previsible, Pablo Iglesias ha sido el gran triunfador del congreso de Podemos, celebrado en Madrid durante el pasado fin de semana. El carismático y polémico líder de la coleta, uno de los fenómenos políticos más destacables de la España de principios del siglo XXI, arrasó en todas las votaciones celebradas, tanto para los órganos internos del partido como para definir la ideología del mismo. Iglesias hizo una exhibición de fuerza y dejó claro que es él quien manda y dirige Podemos, mientras que su principal opositor y hasta ahora número dos de la formación morada, Íñigo Errejón, quedó claramente en evidencia y su carrera política seriamente tocada. Ayer, todo indicaba que sus días como portavoz parlamentario estaban contados y que será sustituido en breve.

Sin embargo, y sin pretender restarle importancia, se puede decir que la de Pablo Iglesias es una victoria pírrica. Detrás de Vistalegre II queda un panorama desolador, con un partido dividido y al borde de la ruptura. Sin admitirlo, Podemos renuncia claramente a seducir a esa masa de electores que se considera de centro y que, según todos los analistas, es la que da las grandes victorias electorales en España. La opción de Pablo Iglesias es la de la radicalidad, la de la movilización callejera permanente, la del uso de las instituciones como un mero teatro en el que representar sus números propagandísticos. Es decir, en Podemos ha triunfado la opción más izquierdista, la que menos puede conectar con las clases medias profesionales. Su única posibilidad es que la situación sociopolítica española genere de nuevo una fuerte inestabilidad que dé alas a los partidos populistas y demagogos como el Podemos de Iglesias. Un escenario que, por razones lógicas, esperemos que nunca se produzca.

Aunque es verdad que con el nuevo Podemos el PSOE pierde un posible socio con el que llegar a pactos que desalojen al PP del poder -Errejón hubiese sido un líder mucho más amigable-, también lo es que el gran espacio del centro izquierda queda prácticamente libre para que el PSOE inicie su reconquista. En este sentido, será muy importante que el Partido Socialista sea capaz, en los próximos meses, de muñir un liderazgo fuerte y una renovación ideológica que lo haga atractivo para las clases medias más identificadas con el progresismo político. De alguna manera, la elección de Pablo Iglesias es una buena noticia para el PSOE.

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