El PSOE Andaluz

Empieza a preocupar seriamente el claro distanciamiento que intencionadamente y, al parecer, con directrices concretas se está produciendo en el socialismo andaluz respecto del socialismo español. Sorprende el cisma que se está fraguando en algunos Congresos provinciales -como es el caso de Almería- para insistir en este proceso de "independencia controlada" que parece dictarse desde Sevilla y que queda meridianamente claro por las declaraciones del cabeza de lista por Almería al Congreso regional. Anclarse en un modelo de socialismo y en una líder -extraordinaria, por cierto- que ha perdido en el Congreso federal y hacer ostensible este apalancamiento en el Congreso andaluz para demostrar una fortaleza regional que, por otra parte, nadie discute, nos puede llevar a una situación pintoresca en la que el proceso de renovación estatal no sea asumido por la dirección andaluza, como así se desprende, por cierto, del proyecto de Ponencia marco al 13 Congreso del PSOE-A. en la que no se recogen aspectos fundamentales como la cultura, que la Resolución federal considera eje de país, derecho fundamental y motor de desarrollo, o la memoria histórica, con la paradoja que supone que el partido socialista andaluz no tenga nada que decir en los temas culturales cuando somos, posiblemente, la región más rica de Europa en patrimonio cultural, ni en el tema de la memoria histórica, cuando tanto sufrimiento está produciendo este asunto en Andalucía. Lamentablemente, parece que aquí se desprecian pactos, acuerdos o voluntades para intentar soluciones al menos equilibradas y así potenciar nuestras políticas y reforzar nuestra organización. No, más bien parece que se trata de insistir en una fractura abierta, posiblemente consentida y dictada, para crear un clima de confrontación que, a nivel nacional, no existe y que puede llevarnos a los socialistas andaluces al aislamiento, cuando no al desastre, por mucho que algún dirigente provincial salga presumiendo de los resultados de las actuales encuestas para el socialismo andaluz. Veremos qué sucede si la confrontación nos aboca a un bunker por empecinamiento de nuestros dirigentes. Entiendo que la fuerza del PSOE-A no debe medirse por su distanciamiento o confrontación con el PSOE nacional, sino porque, respetando el marco del proceso de renovación emprendido, se fortalezca el nuevo discurso desde la unidad de acción que

nos hará más fuertes a todos. No entendería la ciudadanía que desde la principal federación del socialismo español se esté obstaculizando un proceso de transformación que tanta ilusión ha generado, y no sólo en la militancia. La apuesta decidida de nuestro Secretario General, Pedro Sánchez, por la renovación, no sólo del PSOE, sino del modelo socialdemócrata para adaptarlos a la realidad actual -empoderamiento de la militancia, un nuevo modelo de organización del partido, reconsideración del modelo de Estado, reforzamiento del estado del bienestar y de las políticas de igualdad, nuevas políticas de empleo, recuperación de las alianzas con las fuerzas políticas y sociales progresistas y, en especial, con el tercer sector, clarificar de una vez por todas la aconfesionalidad del Estado y la memoria histórica, una nueva apuesta ecológica y digital, regeneración de la vida democrática, colaboración en el marco europeo por una Europa más social y latinoamericano, etc- son motivos más que suficientes como para, sin renunciar al fortalecimiento de las estructuras regionales y a la aplicación de las políticas específicas de cada territorio, defender y aplicar las bases políticas definidas en las Resoluciones federales y respetar sin estridencias ni desviaciones internas lo que debemos asumir y trasladar a la ciudadanos todos los socialistas españoles. Parece urgente, por tanto, que antes que esta situación se consolide y sea casi imposible su reversión, el Secretario general federal y la Secretaria regional andaluza, así como las dos ejecutivas, mantengan un obligado encuentro de reconciliación, primero, y de colaboración y coordinación necesarias para que todo el PSOE sin excepciones asuma la renovación mandatada por la Resolución del 39 Congreso federal y ofrezca a los españoles, no sólo un mensaje de unidad, que también, sino una oferta clara y única de buen gobierno para el futuro de este país.